Ni bien me quedé sola, mi cuerpo se descomprimió y me fui desvaneciendo hacía el piso mientras un llanto profundo y doloroso salió con fuerza pero sin emitir ruidos.
Ese hombre es un verdadero psicópata, tenía que hacer algo al respecto mi familia no podía estar expuesta de esa manera. Y… Cathy, no iba a permitir que su carrera acabe por mí.
Luego de unos minutos me puse de pie, sequé mis lágrimas, limpié mi maquillaje y llamé a Lily.
-¿Señorita Rago en que la puedo ayudar?. Se asomó por la puerta dejando ver su rostro.
-Necesito toda la información de esta empresa, y de ese hombre que acaba de irse. Supongo que lo has visto.La observaba desde mi escritorio intentando no perder la compostura.
-Es Javier Rivera. Us-Usted lo odiaba, él y la empresa para la cuál trabaja es nuestra mayor competencia en el mercado. Además desde que usted no está ellos han tomado el lliderazgo.Me miraba ajustando sus lentes con su dedo.
-Consigue esa información Lily. – Si él quería jugar sucio yo también lo haré. – Necesito toda información de él, que hace, a donde vive, cuándo duerme, si alguna vez fue a la cárcel, si es creyente o si hizo algo raro con la empresa. Vamos a ver que tan limpio está.Ella asintió tomando nota y luego cerró la puerta lentamente.
Ese tipo de hombres son los peores ladrones de clase alta. Necesito hablar con mi madre seguro ella puede saber algo.
El teléfono me sacó de mis pensamientos conspirativos.
-Hola.
-Alex quería saber si venías a comer. Pues… Quiero enseñarte algo.Al escucharla mis ojos se cerraron y mi cabeza se apoyó duramente en la cabecera de la silla.
-Si, Cathy. En unas horas nos vemos, mándale besitos a Oliver.
Colgué porque mi voz comenzó a quebrarse. Tire el celular en mi bolso y me fui.
Bajé al estacionamiento mientras le escribía a mi secretaria que necesitaba el número de todos mis contactos.
Me senté en mi auto y mis manos comenzaron a temblar, mierda. Puse música y agarré con fuerzas el volante, mientras que la cabeza se iba apoyando lentamente en mis nudillos.
-Tú después de años vuelves a mí. Sufro un accidente, tu esposo me amenaza y me entero por él que tuviste a otra. Vaya manera de joderme la vida. – Hablaba para mí misma y me reía a solas en mi auto mientras se me caían las lágrimas. – Eres el veneno que siempre va a estar en mí.
El arranque de un auto me sacó de la conversación conmigo misma. Así que decidí irme al supermercado. ¿Porqué? No lo sé, pero unas ganas inmensas de comer helado me llevaban allí.
Luego de una hora salí con un carrito lleno de cosas que seguramente no necesitaba pero que las compré igual.¿Sera una especie de compra post ataque de ansiedad? Era lo más probable.
Iba camino a casa, se había hecho de noche. Una llamada cortó la música del auto y decidí contestar por suerte era un coche con buena tecnología y me permitía hacer llamadas sin usar el celular.
-¿Diga?. – La luz roja del semáforo me distrajo. Bajé un poco el vidrio de mi lado para ver el cartel de descuentos en pañales, oh si… Mi vida de madre.
-Alexa, necesitamos hablar. Es urgente. – Su voz sería me dio cierto miedo pero mi enojo era peor.
-¿Qué mierda quieres?. Ya fue suficiente con que me entero por tu estúpido esposo que tuviste a otra y ahora tiene el descaro de llamarme.Estaba gritando hasta que me percaté que un jovencito que vendía en la calle me estaba mirando parado al lado de mi auto.
-Necesito que nos veamos.
Me quedé mirando al chico hasta que lo asuste y se fue corriendo.
-Alexa ¿Me escuchas?. Es importante que nos veamos.
-Ya, ya te he oído. Escríbeme y te paso la ubicación de donde estoy.
Estacioné en un pequeño parque medio desolado al lado del puente que tendría que cruzar para ir a mi casa. Mierda, que estoy haciendo aquí. Me bajé y comencé a caminar mientras me comía las uñas de ansiedad.
-Siempre haces eso cuándo algo malo te pasa. – Estaba apoyada en un árbol observándome.
-Y tú porque crees que estoy así dime. – Me acerqué a ella. – Has arruinado mi vida, sólo eso haces te apareces con ese aire de mujer mala y me lástimas, tu esposo me ha amenazado por todo esto y me ha contado tu historia con esa chica. ¿Qué pasó con ella? Dime, también la destrozaste ¿Verdad?. A ti lo que te importa solamente eres tú y nada más que tú Victoria. ¿Y sabes que es lo peor? Que me he enamorado de ti otra vez.
-A “esa chica". – Hizo comillas con sus dedos. – La dejé ir porque luego de que él la amenazó tuvimos una pelea fuerte y mientras discutíamos Alejandro se bajó sólo de las escaleras y se golpeó la cabeza, estuvo semanas en el hospital y no dejo de tener remordimiento por eso. No me voy a separar de Javier porque me va a quitar a mi hijo y esas malditas fotos tienen toda la prueba que es necesaria para ponerme en la cárcel.
Sus palabras fueron tan duras que sentí como me golpeaba todo, tanto física como mentalmente.
-Entonces porque me usaste si nunca tuviste en mente estar conmigo. – Esboce una sonrisa mientras mis lágrimas caían. – Yo dejaba todo por ti, si me lo pedías me hubiera puesto al mundo en contra mío por ti. Mientras que tu solamente me usabas cuando te aburrías. No te quiero ver nunca más en la puta vida, déjame tranquila.
Me di la vuelta y trate de caminar lo más rápido posible a mi coche. Que mierda de día.No quería oír nada de lo que tuviera para decirme su confesión fue todo para mi.
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Keyframe
RomanceAlexa no tenía idea de lo que significaba amar. ¿Acaso nos arrepentimos del primer amor?. O le agradecemos el paso a sentimientos nuevos. Victoria era su profesora, y le tenía que enseñar, pero sobre todo una lección de vida que la joven jamás olvid...