Capítulo trece.

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Primer día de clases luego de ese receso, me encontraba en el salón sin ánimo alguno. Hasta que una figura femenina entró.

-Buen día chicos, espero que sus vacaciones hayan sido agradables. Vamos al salón de teatro.

Era ella, volvió. Natalia volvió y una leve felicidad nació en mí, la extrañaba mucho y necesitaba ésas tardes de pláticas cuándo terminaba su hora.

-Regresó el amor de mi vida. – Luca la miraba de pies a cabeza.

-No seas depravado y deja de mirarla así que te ves horrible. – Nos dirigíamos al salón de teatro, era muy bonito nada fuera de lo normal. En el escenario se encontraban las famosas cortinas rojas, un piso de madera y miles de faros de luces iluminando. Siempre teníamos clases en el escenario.

-Vamos a practicar coordinación y visualización, quiero que caminen en todo el escenario sin chocar con su compañero, miren al que tienen al frente no miren sus propios pies.

Comenzamos a realizar su pedidos y ella se sentó a mirarnos.


-Bien, stop. – Ordenó mientras se levantaba de su silla. – Formen grupo de a tres, vamos a realizar técnicas de improvisación. Creen un tema para improvisar y en cinco minutos empezamos.

Yo me reí al saber que Luca no era bueno en esas cosas.

Nos sentamos en el piso, Luca, Bianca y yo a debatir sobre qué hablaremos.

-Mira ahí está tu profesora sexy. – Luca señaló mientras me empujaba con su codo.

Ella se encontraba con sus alumnos decorando el lugar, además de que el escenario servía para teatro, también se realizaban actos.

De pronto la vergüenza al saber que iba a tener que actuar en frente de Victoria me invadió, poniéndome roja.

-¿Cómo les está yendo en su último año?. – Natalia se sentó  a mi lado.

-Bien aunque a Alexa no tanto.

-¿Porqué Alexa?. – Me miraba intrigada y posando una mano en mi hombro.

-En matemáticas e historia no me está yendo nada bien.

-La profesora de Historia es muy exigente. – Sentenció Bianca.

-Sí, la conozco. Es muy estricta pero se que tú vas a poder. – ¿Acaso a Natalia no le agradaba Victoria?.


Pasamos al frente a pedido de la profesora. Escogimos el mismo tema cliché para improvisar “Pelea de hermanos por ¿Quién se comió mi chocolate?.”

Al terminar de presentarnos, los aplausos comenzaron entre risas. Y en eso ella me miró a lo lejos, aparté mi vista porque estaba dolida y enojada.

Terminó la clase y para mi suerte me fui acompañada de Natalia.


Ella pasó su brazo por mi hombro mientras me contaba que teníamos que ir a ver su obra de teatro con Luca y Bianca, porque además de ser profesora era actriz.

-¿Natalia podrías dejarme las llaves del salón?. – Su mirada era seria y ni siquiera me vio.

-Aquí tienes. – Dejó sus llaves en las manos de Victoria, sin sacar su brazo de mí. – Mañana tienes clases con ella, antes que yo. Si puedes déjale las llaves a Alexa. – Sonrió mirándome. – Es mi alumna favorita. –  Dejó un beso en mi frente.

A Victoria se le notó a simple vista que no le gustó la acción de su colega. De sus iris salía fuego.

-Contigo será buena. En mis clases no lo es, es un desastre. – Sus palabras tan hirientes provocaron enojo en mí.

Fruncí el seño. – Pero cómo.. – Natalia me apretó con su mano el hombro para que me callase.

-Seguro que mejorará. – Le sonrió mientras me llevaba con fuerzas afuera del salón.



-¿Qué has hecho para ganarte su odio?. Es dura pero tiene paciencia infinita.

-Acaso no ves que me odia. -Afirmé. – Es buena pero sus cambios de ánimos conmigo van del quererme al odiarme. Un día está bien conmigo y al otro me odia. – Estaba casi que gritando, necesitaba desahogarme.

-Alexa, ella es una mujer complicada y es tu profesora. Tiene que mantener una cierta distancia contigo, a lo mejor tu creíste que porque Victoria te habla es porque quiere ser tu amiga pero no es así. – Afirmó. – Ella sólo trata de llevarse bien con sus alumnos, muchos la quieren y ella también.

¿Muchos? A que se refiere. ¿Será que a los demás alumnos también los abraza?. Esa pregunta me dolía.

-No es una profesora de entablar amistades con sus alumnos.

No quiero ser su amiga...

-Pero contigo si somos amigas.

-Sí pero ella y yo somos completamente diferentes. Ella es mas seria y recta. Y yo prefiero no tener tantas formalidades. Ahora vete que tienes clases.

Le dejé un beso en la mejilla y me fui a mi salón. Al subir las escaleras veo a un alumno bastante alto y flaco con cabello negro abrazando muy amorosamente a una mujer.
Frené en seco en medio de las escaleras. Se encontraban en el piso a donde yo iba.

Observe mejor la figura de esa mujer y era Victoria. Estaba en brazos de un alumno muy apegada a él. Por el enojo junté coraje y subí las escaleras.

-Con permiso.

Ellos se separaron inmediatamente y Victoria me miraba indiferente. Al parecer verme hecha un demonio no le importaba.


Las horas pasaron, en las otras asignaturas cada día me iba mejor. Llegó la hora de irme, así que me despedí de Luca para irnos con Bianca a entrenar. No tenía humor pero el correr me ayudaría para descargar todo.

Al parecer Zullien leyó mis pensamientos y nos dio un pesado entrenamiento, cosa que mi interior le agradeció, era una especie de catarsis para soltar toda sensación de ira y dolor.


Al cabo de una hora concluyó, todas estábamos cansadas y sudando a pesar del frío que hacía, un viento helado apaciguaba el calor de nuestros cuerpos sudorosos.
Yo agradecí tal cansancio físico a pesar de estar adolorida por tantos ejercicios; me sentía más tranquila y mejor de ánimos.

Salíamos con Bianca del colegio y sus padres la pasaron a buscar, me invitaron a cenar pero amablemente rechacé su propuesta tenía que volver a casa con mi madre.


-Hola cariño, ¿Cómo estás?. – Mi madre se encontraba sirviendo la cena, una rica pasta con salsa carbonara.

-Hola mamá, ¿Bien y tú?. –


-Bien hija, dentro de un mes tengo un evento. Irán todos los gerentes y dueños de algunas compañías, y me preguntaba si tú quieres ir sería bueno que te hagas de contactos y te tomen en cuenta cuándo termines la universidad, ¿Qué dices, irás conmigo al evento?.

-Claro que sí, al verme contigo seguro me toman en cuenta. Soy la hija de Julieta Andreu.

-Será un evento importante tedrás que ir de vestido. Son formalidades que generan buena impresión.

-Está bien, te haré quedar bien.

Me daba nervios, presentarme ante los empresarios siendo su hija. Ella era la gerente y representante en el exterior de una reconocida empresa de autos.

Tenía varios títulos universitarios, su esfuerzo la llevó a ganar ese puesto a pesar de estar en una industria de hombres. Sabía que ella era ambiciosa y siempre buscaba superarse, iba por el puesto de la vice dirección.


Lave los platos y ella se fue a dormir. Yo me dispuse a bañarme para luego acostarme, esta vuelta al colegio estaba siendo una mierda.

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