7

76 8 0
                                    

"BUENA LECTURA HERMOSO ANGEL"

Nictofilis.








Tal y como lo había predicho tan solo se dedicó a dormir, no tenía ganas de hacer absolutamente nada y ahora tenía que tomar de nuevo una dosis, esperaba que en esta ocasión el sueño no se le escapara como en algunas trágicas ocasiones, estaba cansado y era lo único que necesitaba por ahora.

Eran alrededor de las 8:30, había llegado a casa ya hace 3 horas más o menos. Suspiro mientras estaba tendido libremente sobre su cama, porque era lo único que había hecho todo ese tiempo, y se hubiera quedado así de no ser por el molesto calor que envolvió su cuerpo, hizo una mueca y de mala gana se levantó dirigiéndose hacia el baño, abrió completamente la perilla del agua fría y sin esperar más entro y mientras su cuerpo se empapaba comenzó a desvestirse.

Ni siquiera le molesto la temperatura del agua, su cuerpo se sentía relajado y ante tal satisfacción dejo escapar un suspiro, enjabono su cuerpo iniciando por su fuerte pecho masajeando y limpiando su piel, sin evitarlo toco una cicatriz que estaba en la mayor parte de uno de sus pectorales, la acaricio y cerró los ojos recordando.

Era doloroso recordar, dolía más que una simple marca en el cuerpo, y él lo sabía, pues el suyo estaba lleno de ellas.

Subió lentamente hacia su cuello hasta tocar los bordes de otra, su mano libre acaricio la parte interior de su muñeca ocupada.

Incluso su mejilla tenía una pequeña cicatriz. Algunas fueron provocadas por su padre, cuando le golpeaba, pero otras…tan solo eran un recordatorio de sus peores días.

No estaba orgulloso, mucho menos si sus intentos de suicidio habían fracasado tan inútilmente, hubo varias veces en las que creyó haber alcanzado su límite y lo único que parecía aliviar su dolor eran aquellos pensamientos que lo incitaban a una decisión tan cobarde.

Estaba harto; harto de todo, de su padre, de sí mismo.

Suspiro mientras colocaba ambas manos sobre la pared de azulejo, el agua comenzó a bajar desde su nuca, estuvo así unos momentos tan solo pensando.

La primera vez que intento quitarse la vida fue cuando tenía 17 años, su padre estaba ahora más decepcionado de él, le tenía asco, incluso se lo había dicho el mismo, las palabras habían salido de su boca con tanta cólera que se le quedaron grabadas hasta ahora de tal manera que incluso creía escuchar su voz justo ahí, ese día incluso su madre había sido golpeada, por ser cómplice y ocultar que no era un Alfa.

Esa fue una de las peores golpizas que había recibido en su vida, apretó los labios cuando las imágenes aparecieron en su mente, su voz destrozada pidiéndole que parara, su cuerpo temblando y estremeciéndose mientras le golpeaba una y otra vez
Ni siquiera recordaba con claridad lo que paso después, su visión se nublo a causa de la sangre sobre sus ojos, le dolía mucho el rostro y todo el cuerpo, cuanto trato de pasar saliva hizo una mueca y se llevó la mano hacia el labio ahora roto y con una abertura sangrante.

Aun así pudo caminar, no supo de donde consiguió las fuerzas pero lo hizo, se dirigió hacia la cocina y abrió un cajón donde saco un cuchillo. Entre lágrimas llevo el filo hacia su muñeca y sin pensarlo trazo una línea cortando piel y rasgando su carne, la sangre broto de inmediato, se sintió mareado así que se sentó en el piso, pero antes de que perdiera la conciencia hizo lo mismo con su otra muñeca, y después de unos minutos todo se había vuelto obscuro.

Había escuchado que tu vida se repetía como si fuera una película frente a tus ojos, no supo si fue porque en realidad su vida nunca fue feliz o simplemente era mentira, pero el no vio eso, no vio nada, ni siquiera un rostro apareció en su mente como para sentir pena por dejarlo, a excepción de su madre, pero sabía que sin él podría descansar tranquila ella también, no sufriría más y ella ya no tendría que lidiar con sus problemas.

𝗦𝗘𝗟𝗖𝗢𝗨𝗧𝗛 - 𝗝𝗨𝗡𝗚𝗞𝗔𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora