1

457 25 10
                                    

"BUENA LECTURA HERMOSO ANGEL"

Nictofilis.




Tarde

Iba demasiado tarde

Sus piernas se movían furiosamente una frente a la otra, tratando con todas sus fuerzas de no flaquear y decaer ahí mismo.

Su último semestre de clases no estaba iniciando para nada como lo había planeado. Para empezar su estúpida alarma no había cumplido con su principal y único objetivo, el cual era por su puesto, traerlo de regreso desde el mundo de los sueños a la realidad, cosa que nunca pasó ya que olvidó cargar su móvil y este estaba muerto cuando se levantó de un salto luego de tener un poco más de conciencia.

Ni siquiera había desayunado y claro que a esas horas cualquier puesto de comida había terminado ya con su labor.

Tan solo se llevó unas pastillas de menta a la boca para evitar traer consigo el desagradable olor bucal, peino rápidamente sus obscuros cabellos y salió sin siquiera importarle que por poco y choca con un ciclista que pasaba por ahí.

Ahora estaba por llegar a su instituto y aunque quería sonreír por estar 10 minutos antes, la falta de aire no se lo permitió, continuó en dirección a su aula ahora solo trotando, con el corazón a mil y su pecho quemándole haciendo de respirar un verdadero suplicio.

Suspiro mientras asentía en respuesta a un grupo de chicas que le sonreían y saludaban de manera coqueta.

Incluso algún que otro chico le miraban por el rabillo del ojo de manera “discreta” inspeccionándolo detalladamente como si aquello; aquel tipo no fuese normal.

Y aunque le pesará, sabía que era así.

Jungkook tenía un rostro angelical, con facciones delicadas y pulcras, unos rojizos labios perfectos apetecibles para cualquiera, unos magníficos ojos de ciervo azabaches que, aunque reflejaban indiferencia, era un delirio perderte en ellos y ansiar alguna muestra de interés de su parte, su piel de porcelana brillaba por si sola y era deslumbrante cuando el frío coloraba su nariz etérea…

Era como un muñeco andante.
Claro que la delicadeza de su rostro no concordaba con la musculatura de su cuerpo ni con su personalidad soez y distante.

Aun así, sin excepciones; Alfas, Omegas y Betas le miraban con deseo y él no podía hacer más que sentirse asqueado por ello.

Era desagradable lidiar con sonrisas y rostros amables, en su mayoría…falsos, vacíos y con segundas intenciones ocultas.

Recordaba cuando en una ocasión un chico unos años mayor que él, le besó a la fuerza.

Sucedió cuando apenas había ingresado a su universidad actual, no le había tomado la adecuada importancia a ese tipo, no le parecía la gran cosa y pese a que fue extremadamente grosero y distante con él, el chico continuaba insistiendo en que era su pareja predestinada y debía cortejarlo.

Menuda mierda.

Jeon jungkook ni siquiera emanaba olor alguno. Para él, aquellas fachadas de rangos, clases y olores eran innecesarios y sobre todo, estúpidos.

Pero eso no impidió que en una oportunidad aquel chico le acorralara en los pasillos de la escuela justo cuando iba de regreso a recoger un cuadernillo de trabajo.

Recordaba a la perfección el sobresalto que sintió cuando le tomaron con firmeza por los hombros, recordaba el dolor en su espalda cuando fue azotado con rudeza contra la pared, y sobre todo recordaba el asco y la indescriptible ira que sintió cuando un par de labios ajenos estamparon contra los suyos, moviéndose insistentemente y demandando algo que claramente no obtendría.

𝗦𝗘𝗟𝗖𝗢𝗨𝗧𝗛 - 𝗝𝗨𝗡𝗚𝗞𝗔𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora