SELCOUTH

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"BUENA LECTURA HERMOSO ÁNGEL"

Nictofilis.











No había estado consciente del tiempo en que estuvo con él, y no fue hasta que los rayos del sol hicieron brillar las cortinas cuando se percató de que ya era un nuevo día.

Su cuerpo aún estaba aferrado al del pelinegro quien todavía permanecía profundamente dormido sobre su pecho. Lo observó con detenimiento, porque de alguna manera quería conservar su imagen intacta dentro de su mente. Sus lindas y firmes facciones, su pálida y suave piel y sus maravillosos belfos rosados.

Nada de él fue suyo y aún así lucho por obtener algo que estaba destinado a serle privado.
Una simple atracción que detonó cientos de consecuencias a causa de su capricho.

No contuvo las ganas de acariciar sus obscuros cabellos, cerró sus ojos ante lo sedosos que eran. Poco a poco su tacto fue descendiendo hasta que finalmente masajeo con delicadeza sus mejillas y barbilla, tocándolo con una sutileza indescriptible, temiendo volver a herirlo.

-¿Ya terminaste?- Musito la adormilada y ronca voz del mayor sorprendiendo a Huening Kai, quien aunque fue tomado desprevenido no apartó su mano ni detuvo las caricias, y siguió brindándole cariño.

-¿Quieres que lo haga?-

Preguntó de regreso sonriendo un poco cuando Jungkook inhalo profundo para después acercarse un poco más.

-Por ahora solo quiero quedarme así, estoy hecho una mierda.-

-¿Recuerdas algo?-

-¿Debería?-

Huening Kai río por lo bajo, estaba feliz de que ahora el azabache se encontrara mejor, que finalmente estuviera en sí, y aunque en momentos aquella actitud llego a sacarlo de sus casillas, no podía explicar la euforia que le consumió cuando lo escuchó hablar con su habitual tono monótono y frío, aunque por dentro él también estaba feliz.

-¿Cómo te sientes?-

-Como si un camión me hubiera pasado por encima-

Se quejó para después levantarse y hacer muecas por el repentino dolor en todo su cuerpo y sobretodo en su cuello.

-Maldición.-

Deslizó el cuello de su camiseta para poder ver mejor. Huening Kai también se sentó sobre la cama para observar la marca completamente cicatrizada.

El lazo finalmente estaba roto.

Ninguno dijo nada, el ambiente se había tornado incómodo repentinamente y no tenían palabras para romper la tensión.
Eso hasta que Jungkook finalmente volvió a subir su camiseta y suspiro.

-Huening Kai yo… lo siento tanto.-

Se humedeció los labios y acarició su rostro como si estuviera terriblemente cansado-

-Lamento todo lo que te dije, lamento todo lo que hice. No quiero que me odies, aunque no te culpo si lo haces, yo…no puedo hacerlo ¿sabes?…porque yo…en serio agradezco haberte conocido.-

Tragó en seco y se detuvo unos momentos antes de continuar. Y es que aquello era algo nuevo para ambos, finalmente estaban hablando, era increíble porque no sabían lo mucho que necesitaban hacerlo.

-Eres alguien increíble, y aunque las condiciones en las que nos encontramos fueron…un puto lío, en realidad no me arrepiento de nada, a excepción de no haberte tratado de una mejor forma.-

Se giró y lo miró, ahora con una pequeña sonrisa en sus finos labios. Ni si quiera recordaba haberlo visto sonreír antes, pero sin duda esperaba que ahora pudiera hacerlo con mayor frecuencia y que regalara más al mundo de la brillante personalidad que sabía que tenía.

𝗦𝗘𝗟𝗖𝗢𝗨𝗧𝗛 - 𝗝𝗨𝗡𝗚𝗞𝗔𝗜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora