xi

937 147 1
                                    

-Dejala, que hay sol- le dijo Daichi a Noya mientras yo me escondía detrás del primero. Le saqué la lengua en burla de que había ganado y me quedaría con la gorra, hasta que pasó corriendo, arrebatandomela y corriendo mientras la agitaba en el aire.

-NISHINOYA YUU TE VOY A ROMPER LAS MANOS- grité mientras salía corriendo detrás de él, aunque claramente sus piernas eran más ágiles que las mías.

¿Por qué siempre termino en esta situación?

-¿Acaso no es la chica que logró que Karasuno llegara a la final en las preliminares?- justo cuando escuché esa voz pude alcanzar a Noya, que había frenado frente a esa persona con pose orgullosa, y le arrebaté la gorra.

-ES HERMOSA- gritó uno de ellos en un susurro, y al girarme a verlos, noté que eran los del Nekoma, que recién llegaban, y un chico que me hacía acordar a Tanaka se escondía sonrojado. Chasquee la lengua, poniendome la gorra a una altura que se pudieran ver mis ojos, y crucé mis brazos.

-Eso es porque no viste a nuestra mánager- sonreí orgullosa, y Noya me pegó un codazo disimulado, claramente celoso -Ustedes deben ser los del Nekoma, llegaron más temprano de lo que esperabamos. Siganme, por favor- me di media vuelta y comencé a caminar hacia el gimnasio, con los chicos pisando mis talones -Chico de los videojuegos, ¿estás ahí?- miré por encima de mi hombro, y lo vi levantando fugazmente la vista de la consola, llegando a ver como le sonreí -Bien, Hinata-kun se pondrá feliz, pero creo que no sabe que eres de los gatitos- justo en ese momento llegamos a las puertas del gimnasio, y al girarme hacia ellos nuevamente, me encontré con el azabache de la otra vez viendome con una sonrisa.

Entramos y mientras todos se saludaban, me dirigí hacia Ukai, bajando la visera de mi gorra aunque le sonreía.

-Llegó tu momento de vengarte, viejito- me devolvió la sonrisa con determinación, yéndose para saludar al entrenador del Nekoma, mientras yo ayudaba a Shimizu con los últimos preparativos -Kiyoko-chan, ¿llenaste las botellas?- cuando negó con la cabeza, me giré para ir a buscarlas, chocandome de frente contra el pecho de alguien, levantando la mirada y encontrandome con la sonrisa del capitán del Nekoma.

-¿Qué haces aquí?¿No deberías prepararte con el equipo femenino? Dentro de poco empiezan las preliminares- chasquee la lengua con molestia, aunque es atractivo y definitivamente su actitud me atrae, es uno de los gatos, y uno muy metiche. Justo cuando iba a contestarle, sentí una mano tirar de mi muñeca, provocando que mi espalda chocara con el pecho de esa persona, ¿qué tienen hoy todos con chocarme?. Vi a Tanaka y a Noya pararse frente a mi, encarando al azabache.

-Oi oi, las manos lejos de Akaihana- amenazó el rapado, por lo que yo rodé los ojos divertida, y el del Nekoma levantó las manos en señal de rendición.

-Ya, ya, solo tenía una duda- en ese momento me miró a los ojos y sonrió nuevamente, alejandose para calentar junto a sus compañeros. Me giré para ver quien me había agarrado, encontrandome con Kageyama mirando con cara de pocos amigos en dirección a donde se había ido, por lo que fruncí el ceño.

-¿Y a ti que bicho te picó?- bajó la mirada a donde yo me encontraba, aunque no fuera tanta la diferencia, y su rostro estaba tan neutro como siempre.

-Tanaka me pidió que te alejara- miré mi muñeca aún siendo agarrada por él, y volví a verlo con una ceja levantada. Él pareció darse cuenta y me soltó, alejandose con la misma seriedad de siempre, aunque en sus mejillas se notara que estaba sonrojado.

Sentí una mano apoyarse en mi hombro, y al girar me encontré con Tanaka mirandome con una sonrisa juguetona.

-Yo no le pedí nada.

red cap | t. kageyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora