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-¿Estás seguro de que no me puedo colar de recogebalones o algo? Soy plana, puedo hacer de piso- le sonreí inocente, hasta que puse dos dedos en mi barbilla -Podría hacerles la traba a los del equipo contrario...

-Akai-kun, sabes que me encantaría que estuvieras ahí, pero nos ayudaras desde el público- me contestó Daichi, por lo que yo me crucé de brazos ofendida.

-Bien, pero donde vea a alguno nervioso les gritaré cosas como "Vamos bebé hermoso de mamá, ¿quién es el más guapete de toda la cancha?"- me burlé mientras tiraba de los cachetes de Noya, imitando una voz de anciana.

-Ya, Akai-chan, que arruinas mi rostro para las chicas- lo miré con una ceja levantada, aún con sus cachetes estirados entre mis dedos.

-Si sabes que, si hay chicas, probablemente sea porque le erraron de cancha y querían ver el partido de Oikawa- solté sus cachetes y los sobo con sus manos, mirandome ofendido -Ni sé qué le ven a ese mocoso- me cruce de brazos, hasta que escuché a lo lejos la conversación de Hinata y Asahi.

-Solo pienso en algo mucho peor, y siento que no hay nada que no pueda sobrepasar.

-¿Piensas en Akai-senpai?- preguntó Hinata, y pareció descomponerse más de lo que ya estaba.

-Oye, ¿desde cuando me tienes más miedo que a Tobio?- pregunté levantando la gorra para que viera mi rostro confundido, y su expresión pareció aflojarse, incluso se transformó en la misma que la mía.

-¿Desde cuando llamas Tobio a Kageyama?- mis ojos se abrieron de golpe y bajé la visera, sintiendo mi rostro calentarse.

-Kageyama es muy largo- me crucé de brazos, cayendo sentada en el piso, escuchando como alguien caminaba hacia nosotros.

-Cuando me dices Tobio suenas menos idiota- levanté la mirada encontrandome con el aludido, y golpee su muslo que era lo más cercano a mi altura.

-Akai-senpai, no rompas a Kageyama-kun antes del partido.

-Ya deja de decirme senpai, Hinata-kun, te dije que solo le gusta a Tanaka.

-¿Alguien dijo senpai?.

•••

Estaba sentada a la salida de la cancha, mordiendo una de mis uñas mientras miraba el celular impaciente, esperando un mensaje de Ukai, pero nada llegaba.

Ni siquiera de Kiyoko, aunque bueno, ella no sacaría el celular en medio de un partido.

Escuché la puerta abrirse y me levanté de golpe, viendo a los chicos con sonrisas de oreja a oreja, festejando. Al verme, Noya salió corriendo en mi dirección junto con Tanaka, quien me levantó en el aire y me sentó sobre sus hombros.

-¡¿GANARON?!- aunque la respuesta era obvia, quería escuchar el si saliendo de sus bocas, y cuando todos lo gritaron al unísono no pude evitar unírmeles, mientras Tanaka me bajaba -Les dije que lo harían, aunque solo les pude gritar la mitad del partido- me crucé de brazos mientras Hinata aparecía frente a mi.

-TENDRÍAS QUE HABERME VISTO, EN UN MOMENTO HICE FIUMM, Y PUM, Y ZAS, Y KAGEYAMA HIZO WAPUFF, Y TANAKA HIZO PASHHH- gritaba emocionado haciendo señas exageradas, hasta que pareció recordar algo -Por cierto, ¿por qué te sacaron del partido?- rasqué mi nuca nerviosa, desviando la mirada.

-Este...

-DALE LA CONCHA DE TU MADRE. ¿EH?¿CÓMO QUE FALTA? ¡FALTA TE HACE UNA BUENA COGIDA, VIEJO CULO FLOJO! ESTABA ADENTRO LA PELOTA, NI MIRAR SABES VOS, SI VOS, EL DE LA BANDERA PORONGA, ¿QUERÉS VER DONDE TE ENTRA EL PALO ESE DE MIERDA?

-Señorita, le tengo que pedir que se calme y evite hablar en otro idioma en un partido como este...

-Si, lo siento, no volverá a suce ¿QUÉ HACES FLACO?¿QUE SOS ARMADOR O REMATADOR? NO SEAS TROLO MAN oiga disculpe por favor no me saque. Oh, ya estamos afuera.

-En mi defensa, hubiera sido mejor si me hubieran dejado cantar mis canciones de cancha- me crucé de brazos mientras caminabamos afuera, y sentí como Daichi apoyaba una de sus manos en mi hombro.

-De igual manera, fue reconfortante ver hacia las gradas y encontrarte ahí. Siempre nos apoyaste, y lo que logramos hoy en parte fue gracias a ti- miré al capitán sorprendida, hasta que hice un puchero, pasando mi brazo por sus hombros, obligandolo a agacharse.

-Daichi-chan, me vas a hacer llorar- solloce falsamente desordenando su corto cabello, escuchando su suave risa grave. Lo solté y sentí como alguien tiraba de mi muñeca, haciendome chocar contra él y perder un poco el balance, por lo que me sostuvo de la cintura. Miré hacia arriba algo molesta, pero mi expresión se relajó completamente al ver que era Tobio.

Momento, ¿y esa reacción?.

-¿Cómo estuve?¿Crees que fue buena la pelota que coloqué para Tanaka cuando íbamos 15-16?¿O el ataque rápido en el 21-17?¿O él...- lo interrumpí abrazandolo, pasando mis brazos por su cuello, tomandolo por sorpresa.

-Ey, estuviste increíble como siempre, no te persigas tanto- aunque mis palabras parecieron calmarlo, seguía tenso bajo mis brazos, y me di cuenta de que no me había devuelto el abrazo. No esperaba que lo hiciera al fin y al cabo, así era Tobio.

Me separé lentamente, dedicandole una pequeña sonrisa y golpeando su hombro, en señal de que debíamos volver con los chicos. Cuando subimos al bus, me apresuré en sentarme con Sugawara, mientras Hinata le hacía señas a Kageyama de que el asiento a su lado estaba libre.

Suspiré cuando el bus arrancó, cerrando los ojos, hasta que escuché la voz del chico a mi lado.

-¿Mal de amores?... AUCH, AKAI-CHAAN- se quejó sobando su mejilla golpeada, y yo me crucé de brazos, cerrando los ojos nuevamente y bajando la visera de la gorra para cubrir todo mi rostro.

-Si pinchas al perro, muerde.

red cap | t. kageyamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora