10. homicidio.

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sam dejó suavemente en el momento un beso en la frente del chico, sin embargo luego de un segundo entró en razón y se alejó de golpe avergonzada.

—lo siento.— decía mirando hacia abajo, viendo los pies de ambos.

baji, entretanto algo desconcertado del corte del momento, sonrosado negó.—está bien.— dijo para ponerse en pie y apretarla contra su cuerpo, creando esta vez un abrazo algo incómodo para sam, pero comprendia que para baji demostrar cariño no era algo tan sencillo, y cualquier acto era un gran desafío para él, y le daba ternura ya que consideraba valiente esos actos de su parte.

una parte de sam sentía hambre queriendo bajar a la cocina y otras ganas de que baji no se fuera, ya que serían cerca de las 21:00, y el debía regresar a su casa, si es que tenía. habían muchas cosas que no sabía sobre él.

entremedio del abrazo levantó su rostro a buscar el ajeno, iba a preguntarle si gustaba de comer algo, pero cuando se encontró con un contacto visual sintió sus piernas desfallecer.

apretada entre los brazos de baji, pegada a su cuerpo, mirándolo hacia arriba, recibiendo su fuerza física y toda su atención, era como haber llegado al límite de cualquier adrenalina, por lo que todo se volvió negro.

—¿s-sam?— la llamaba baji frunciendo el ceño confundido al ver como la chica desfallecía en sus brazos, sin responder ni nada, al parecer se había desmayado.—sam, sam.—llamaba preocupado a la chica para ahora cargarla y sentarla en el inodoro para ir a buscar agua en el lavamanos, cuando un ruido lo desconcertó.— joder.— dijo corriendo a recogerla cuando su cuerpo desmayado se cayó a un lado del inodoro. sostuvo su cabeza en sus manos mientras en un vaso donde van los cepillos de dientes comenzaba de a poco a botar agua en el rostro de la chica.

sam levemente volvió en si con la imagen de baji ahora proporcionándole un poco de agua en el rostro, frunció el ceño pestañeando siendo ayudada para levantarse.

—te desmayaste.— dijo baji mientras devolvía el vaso.—¿estás bien?

—creo que es porque no he comido.— respondió sam secando su rostro con una toalla.

—me asustaste.—dijo tomando distancia viendo a la chica secarse el rostro.—hablando de eso, también tengo hambre. será mejor que comas algo. ¿seguro te sientes bien?

sam asintió.—¿te gustan los panqueques?

(...)

luego de que entre ambos friesen panqueques tomaron asiento en el sofá de la sala de estar mientras comenzaban a hablar y después de mucho tiempo realmente a conocerse.

—vende cuadros, pinta y esas cosas.— respondía baji sobre su madre mientras comía un panqueque.

—que cool, ¿tu tienes esa habilidad también?—preguntaba sam.

baji quedó perdido un momento recordando las veces que había intentado dibujar a sam en tiempos de ocio, aún cuando sus tiempos siempre eran de ocio.

—creo que no.— comentó cuando la puerta principal se escuchó cerrarse detrás de alguien.

de pronto la figura del padre de sam vestido de uniforme policial se dejó ver, algo impactado de ver a sam con un chico, a tales horas de la noche.

—papá.— dijo sam sonriéndole con confianza, dando a demostrar que si no se sentía nerviosa u "encontrada" no habría nada de que preocuparse, puesto que no hacían nada malo, o pervertido, que es lo que podría ir a la mente de los padres en situaciones y edades como esas.

baji seguía comiendo el panqueque mientras veía al policía frente él.—buenas.

—¿y este muchacho?— preguntó serio el padre mirando ahora a sam.

—es un amigo de la escuela.—respondió normal, pero luego cambió su semblante a uno más tenso e incómodo, bajando su rostro.—luego de tu discusión con mamá salí a caminar y unos chicos comenzaron a perseguirme y acosar, y baji me ayudó.

—yo soy baji.—dijo acabando el panqueque.

—¿consumes drogas o alcohol, baji?— preguntó serio al muchacho.

—nop.

—entonces un gusto, baji.— dijo estirándole su mano a baji mientras este se ponía en pie para estrechar ambas manos.—gracias por ayudar a mi hija.

de fondo sam pensaba en la desfachatez de preguntarle a baji sobre drogas, cuando el consumía, en fin, ya estaba agradecida de su reacción positiva hacia el chico a diferencia de su madre.

—veo que es tarde baji, ¿te llevo a tu casa?

los tres salieron de la casa de sam para subir al auto policial, con baji de copiloto y sam detrás.

el viaje iba algo tranquilo, sin mucho tránsito ni comentarios dentro del auto, a ratos baji giraba su rostro para buscar con la mirada a sam un momento y luego devolverla hacia el frente, mientras internamente sonreía.

de pronto la radio del auto policial comenzó a escucharse.— "atento estación, reporte de un homicidio a la salida de la plaza central, masculino de 20 años, sin precedentes. Cambio"— dicho eso todos se tensaron.

—Recibido. ¿motivos del evento?— preguntó el padre de sam mientras baji lentamente comenzaba hiperventilar.

—Reportaje de paramédicos y testimonios cercanos indican que fue resultado de disturbios entre pandillas, no se presenta una red de apoyo del fallecido. Cambio.

el padre de sam detuvo el coche en silencio mientras escuchaba ahora la respiración acelerada de baji.

—papá...— comentó sam pero su padre la interrumpió.

—¿qué mierda sucedió exactamente?

fue entonces cuando con lujo de detalles contaron toda la historia. la vergüenza y pena de sam de explicar y revivir en su mente los sucesos de una casi violación la incomodaron e hicieron pasar un angustiante relato, mientras que por otra parte baji miraba sus manos sobre sus muslos, desconcertado e ido al pensar que mató a alguien. las pandillas eran un tema serio, sin embargo solo en el momento, luego solo eran chicos inmaduros buscando un pasatiempo.

—no saldrás más sola o tarde, Samantha.— dijo el padre mientras refregaba su rostro con sus manos liberando la tensión y preocupación, y al momento de quitárselas de encima pensando en una solución. Según la historia que le contaron él tendría al salvador de su hija a la derecha, y no podría permitir que lo encarcelaran, o incluso tocaran un pelo de encima, el favor que le había hecho a Sam era impagable.

—Tranquilo hijo, no te pasará nada.— soltó mirando a baji tiritar.— pero por más que seas bueno con los puños debes saber que lo más probable es que acabes así mismo algún día. y estoy seguro que no quieres una pena interminable en tus seres queridos.— decía ahora sobando el hombro del chico, tranquilizándolo.

el padre de sam hizo avanzar al coche hasta la dirección dada por el pelinegro, una vez estuvo frente unos edificios apagó el motor.

—Baji, solo trata de no comentar nada. El joven que falleció no tiene familiares o alguien que busque justicia, y justamente la policía sólo lo usará como ejemplo para que el gobierno y la ciudad vea lo peligrosas que son las pandillas. A los policías poco nos importa cuando caen sujetos que no aportan nada a la sociedad, por favor no te conviertas en uno, hijo.— dijo y baji sin contacto visual asintió.


favorite crime; keisuke baji || htrsxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora