ESPECIAL CUMPLEAÑOS BAJI ; 🎁

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-¿se ve?-preguntaba baji abriendo el ojo mirando hacia el cielo.

-mmh, espera-decía sam mientras miraba con toda su atención el globo ocular del chico, y es que se le había metido una basurita y la castaña debía quitársela, sino el pelinegro había amenazado con sacarse el ojo por lo mucho que le incomodaba.-¡ya la vi!

Baji pestañeó.

-¡pero baji!-gruñó sam frustrada, ahora viendo como el pelinegro pestañeaba múltiples veces enojado con él mismo.

-sale mierda.-amenazaba a la basurita en su ojo mientras ahora sam se tomaba el estomago del dolor que le ocasionaba su propia risa al ver como baji discutía consigo mismo.

-yaya, déjame, pero no lo cierres.

-¡pero me arde si no cierro el ojo, sam!, tu eres nerd sabes de esas cosas.-gruñó frustrado explicando alborotando sus manos la aire, haciendo ademanes de reclamo.

-ya, basta.-ordenó la castaña y se reincorporó nuevamente cerca del chico fulminando fijamente su globo ocular buscando la basura que ahora había vuelto hacia las paredes internas del ojo, a la vez aguantaba su risa de ver a baji con un ojo abierto tan grande, que lo hacía bastante cómico.

-li...listo.-soltó finalmente la chica sacando en su yema la basurita a la luz.

-a ver, déjame ver.-dijo emocionado viendo ahora la yema de sam mientras fruncía el ceño decepcionado.-¿tan pequeño era?-se preguntaba defraudado mientras con un puño rasgaba su ojo.-creí que sería como una roca.

sam sólo soltó una carcajada ahora botando la basura de su dedo.-eres un llorón.-comentó para sentarse nuevamente a su lado sobre la banca de la plaza en la que se encontraban. Estaba atardeciendo y un poco de gente pasaba a los lados de la plaza y los veía, y es que no era bien visto que jovenes tuviesen tanto contacto bruto y cercano como lo estaban teniendo.

-¿y tu, no tienes nada?

-no.-respondió sam revisando su celular, checando que no tuviese mensajes de sus padres.

Baji se sentía ignorado cuando tomaba su celular, aún cuando fuesen pocos segundos, por lo que estando solos y lejos de sus amigos podía comportarse melosamente.-sam.-llamaba pero la chica estaba en su celular, pero asentía, como indicando que lo escuchaba.

-¿si?-preguntaba mientras no escuchaba al chico hablar.

-¿y tu ojo, tiene algo? dejame ver.-decía y la chica ahora dejaba su celular de lado para verlo nuevamente y negaba confundida.

-no, nada, está bien.

-mmmh. dejame ver.-insistía atrayéndola hacia él, ahora deteniendo el rostro de la chica entre ambas palmas, para mirarla fijamente a los ojos mientras le fruncía el ceño, impartiendo incertidumbre en sam.

-baji, te dije, no tengo nada.-decía sonriendo incómoda de sentir su mirada tan fija en su rostro, avergonzada de que pudiese encontrar imperfecciones.-ya no me mires así.

-tienes una mancha aquí.-dicho eso dio una lamida en la mejilla de la chica.

-¡baji!

-aquí igual.-dijo nuevamente lamiendo sobre su ojo.

-¡no seas asqueroso!-gruñó riendo sam mientras trataba de esquivar los ataques salivosos del pelinegro.

Finalmente baji no soltaba el rostro de la castaña, sino que ahora lo rellenaba de besos, manteniéndose aferrado a su cuerpo mediante un abrazo simulando un candado.

-a ver si te gusta.-mencionó amenazante sam, mientras ahora ella tan cerca de baji comenzaba a dejar lamidas en el rostro ajeno.

-samantha, no seas ordinaria, la gente te está viendo.-dijo un baji bastante serio y recatado, mientras quedaba quieto a la vista de la gente, dejando ver a una sam que invadía la privacidad del chico salivosamente.

Sam no tardó en volverse roja al sentir sobre ella las miradas de mujeres y hombres adultos que pasaban por ahí. Se reincorporó de inmediato y se sentó evitando cualquier tipo de contacto con baji, cruzándose de brazos demostrando estar molesta por su broma.

Sin embargo una risa dramática de villano salió de los labios de baji, por lo que sam lo miró fingiendo no sentir gracia de su broma.

-¿sabe tu madre que me tratas así?-preguntó y baji la miró pervertidamente.

-¿acaso sabe tu madre que estás aquí conmigo?-preguntó y sam soltó una sonrisa.

-de saberlo nos mata.-dicho eso sam ubicó su rostro sobre los muslos de baji, viéndolo de abajo hacia arriba.-levanta el rostro.-mandó sam y baji obedeció, y notó que cuando levantaba su rostro un colmillo de él sobresalía de su labio inferior, lo que le causó tanta ternura como siempre y además de risa.

-¿por qué eres tan lindo?-preguntó sinceramente sam, admirando el rostro de baji.

-todas me preguntan eso y no hallo respuesta.-respondió y sam rodó los ojos sonriendo.

-te quiero mucho, baji.-comentó admirando al chico, quién miraba inocente a otros lados, para luego posar sus ojos sobre los de ella, provocándole nervios en los intestinos. Lentamente comenzó a sentir el tacto del pelinegro sobre su brazo, y luego sentir como lo levantaba hasta llevarlo a su boca, y sentir como los labios de baji depositaban un beso en su mano. Se sintió sonrojar, pero luego comenzó a sentir como lentamente, sin causarle daño, presionaba ambos colmillos sobre su mano, dejando así pequeñas marquitas de ambas puntas en su mano, antebrazo, siguiendo por el brazo, para luego ir por su cuello, ocasionándole las distintivas marquitas además de cosquillas.

-baji~~-decía mientras se retorcía el cuello de las cosquillas para luego sentir como ahora absorbía de su cuello .-me vas a dejar una marca.

-¿acaso no puedo?

-no,-respondió sam de inmediato levantándose, ya que si seguía podía ser que no pudiera resistirse a él y no debía arriesgarse a que su madre se enterara que estaba saliendo con él, menos a tiempo antes de la prueba de admisión.

Sam sutilmente dejó caer su rostro en el hombro cercano de baji y mientras suspiraba sintió como la cabeza pelinegra recayó sobe ella. Por lo que dejó pasar la cabeza de baji posarse sobre sus muslos, mientras desde ahí sus dedos recorrían los cabellos largos del chico, lo peinaba y luego acariciaba sus orejas, mejillas y cuello, actos que estremecían al chico y le hacían no querer dejar ese lugar jamás, menos cuando el rostro de la chica descendió para capturar los labios ajenos formando un largo y suave beso. A medida que transcurría el tiempo y el el baile de lenguas no parecía detenerse, la mano de baji fue hacia el cuello de sam, acariciándolo mientras se reincorporaba en la banca, así una vez despegar sus labios de los de su chica poderla mirar directamente a los ojos.

No hacían falta palabras, cada uno era el primer amor del otro y era un hecho.

Probablemente en el futuro podrían estar con otras personas, pero jamás se podrían engañar en fingir que esto no era o fue real, era lo más genuino y puro que habrían correspondido en su vida.



favorite crime; keisuke baji || htrsxl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora