favorite crime; keisuke baji || htrsxl.

36.- asuntos sueltos.

Sam abrió sus ojos y labios de par en par a la vez que dejó caer de sus manos el test.

Por otro lado baji dejó caer la caja con el anillo de compromiso entendiendo la noticia de sam como mil veces mejor a la que pudo ofrecer.

Un momento de shock envolvió el ambiente por completo, sin embargo no duró mucho y fue roto cuando ambos en el mismo entusiasmo comenzaron a dar saltos entre sollozos y abrazarse finalmente muy fuerte.

Sam tomó de la camisa a baji, buscando estabilidad en él, sin embargo podía ver como sus manos seguían tiritonas debido a sus nervios.

Se quedaron quietos mirándose a los ojos.

—¡voy a ser papá!—gritó de entusiasmo el pelinegro sonriendo como nunca mientras ahora sostenía el rostro de la castaña entre sus manos, pudiendo ver como no le quitaba los ojos de encima expresando solo por su vista el aprecio del momento.—Sam, ¿Cuándo supiste?

La castaña llevó un dedo a limpiar sus lagrimas mientras lamía sus labios y soltaba una risita nerviosa.—hace un rato, quizás media hora.

—¿Cuándo fuiste a la panadería?—baji preguntó nervioso y emocionado.

—sí.—respondió secando sus lágrimas aún.

—serás una grandiosa madre, estoy seguro.—dicho eso pasó el chico sus manos por debajo de los brazos de la chica, así sintiendo en aquel el abdomen y senos de la chica contra su cuerpo, sintiéndose parte de ella, mientras cerraba sus ojos sintiendo el tacto y aroma de ella.

Sam estaba aliviada y emocionada por fin por la noticia, la verdad ahora se preguntaba como pudo estar con incertidumbre de esperar una respuesta negativa de parte del pelinegro.

Sus pensamientos se disiparon cuando sintió como el cuerpo de baji se comenzaba a bajar frente al suyo, arrodillándose frente ella, quedando su boca frente su vientre, al que tomó con sus manos para plantar un largo beso, a la vez que con la otra mano buscó la caja en el suelo.

Una vez en su mano la abrió en dirección de sam.

—Akane Sam.

Bastó que dijera eso mientras mantenían un contacto visual y abria frente ella la caja para que la castaña comenzara a sollozar.

—Soy muy estúpido, impulsivo y estoy en total conocimiento de que cualquier persona racional es consciente de lo inmerecido que soy de tu afecto y atención... pero estoy seguro de que nadie podría sentir en este momento y lo que me resta de vida lo que siento por ti ahora, porque te has vuelto mi vida y junto a quién quiero envejecer...no sé si exista la eternidad pero de hacerlo es donde sólo contigo me gustaría pasarla.

El rostro de la castaña temblaba y se volvía rojizo de tanto contener algunas lagrimas y sonrisas sobre el discurso que presenciaba solo para ella.

—¿aceptarí-

—sí, mil veces sí.—respondió la chica abalanzándose sobre el azabache, abrazándolo con todas sus fuerzas, con brazos y piernas mientras sollozaba y le llenaba de besos el rostro.—te amo tanto, joder.

Baji guardaba silencio y correspondía el abrazo en una silenciosa pero inmensa sonrisa mientras se dejaba abrazar y besar por quién tanto amaba, se sentía inmensamente feliz mientras miraba el techo de la habitación a la vez que pensaba sin poder imaginar cuantos momentos así de felices les esperaban en el futuro.

(...)

Ese mismo día, en esa misma tarde también le hicieron saber ambas noticias a la madre de baji, parecía un grifo abierto de tanto liquido que botó por los ojos, tanto así que emocionó nuevamente a los chicos.