Capítulo 6: 15 mil dólares

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Me quedé contemplando a mi madre dormir por varios minutos, entonces el doctor Chen, quién la atendía, apareció

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Me quedé contemplando a mi madre dormir por varios minutos, entonces el doctor Chen, quién la atendía, apareció.

—Xiao Zhan —Lo escuché llamarme, así que me puse de pie para salir de la habitación y encontrarlo en el pasillo.

— ¿Qué ocurrió? —Murmuré.

Soltó un suspiro.

—Ven, vamos a mi oficina. 

Lo seguí de cerca hasta que llegamos a su consultorio, entonces me senté en una de las sillas.

—Dígame, por favor. Ella… ella estaba bien y estable cuando vine a verla.

Asintió lentamente mientras hacía a un lado los expedientes.

—Lo sé, y lo estaba, ella estaba estable. Pero debes entender que ella sufre de insuficiencia renal crónica, y el hecho de que tenga algunos años viviendo con un solo riñón… en verdad es delicado. No puedo asegurarte el tiempo que estará estable.

— ¿Qué se necesita entonces? 

Apretó los labios antes de bajar los ojos.

—Su riñón está comenzando a fallar.

No...

—El tratamiento que se le da con regularidad… su cuerpo está comenzando a rechazarlo.

—Entonces podemos poner un nuevo tratamiento, ¿cierto? —Me apresuré a decir —Buscar nuevos tratamientos…

—No es tan sencillo, su riñón está bastante delicado. 

Sentí las lágrimas llegar a mis ojos, pero me obligué a no dejarlas salir.

—La lista de espera…

—Xiao Zhan… —Tomo aire —Me encantaría decirte que hay noticias de algo, pero lo cierto es que no. Tu madre tiene mucho tiempo en la lista de espera, pero… sinceramente no creo que pueda aguantar mucho tiempo para seguir esperando —Su voz decayó.

No las aguante, lo intenté, pero las lágrimas simplemente fueron rebeldes y comenzaron a rodar por mi rostro. Ya no sabía qué hacer, lo había hecho todo, me había sometido a exámenes para ser su donador, pero no salí compatible y ya no teníamos más familia. Me dediqué a trabajar todo el tiempo posible para pagar la clínica y sus tratamientos, ¿y ahora me decían que ella ya no tenía más tiempo? No podía aceptarlo, no quería hacerlo.

—Debe haber algo más, buscaré a un donador, yo…

—Oye, respira —Me pasó una caja con pañuelos y después se apresuró a servirme un vaso con agua —Mira… he estado investigando durante meses —Se puso de cuclillas frente a mí —Y… bueno, encontré un posible tratamiento en Rusia, todos los documentos o reseñas que he leído sobre él, hablan de que es muy efectivo…

Imperfecta atracción | YiZhan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora