Imperfecta atracción | YiZhan

Capítulo 13: Perder

Habían pasado cinco días desde que verdugo llegó con la espalda destrozada. Al día siguiente Jing Tong apareció para su día normal de trabajo, pero al darse cuenta del estado de él decidió regresar cada día a partir de ahí. He intentado mantenerme alejado, pues la mayormente del tiempo me siento un estorbo. Ella sabe perfectamente todo lo que tiene qué hacer, cuándo y cómo. Entendí que esta situación se ha repetido anteriormente, donde ella es la que se encarga de cuidarlo.

Estaba en la estancia sentado en el sillón y con un libro cerrado en mis manos. Ella había subido a la habitación de él por un gran tiempo, tanto, que la comida de muy posiblemente se quemaría si no me apresuraba a hacer algo. Me dispuse a servir todo y ponerlo en una charola, entonces me debatí entre llevárselo o dejar que ella bajara; al final lleve la charola. Sabía que tenía dos motivos muy grandes, uno, quería ayudar en algo que no estaba de más, y dos, tenía la necesidad de saber cómo estaba por mis propios ojos. Lo había visto en pocas ocasiones desde el umbral de la puerta mientras Jing Tong curaba sus heridas, entonces me alejaba. Mi pecho seguía doliendo cuando miraba su espalda, mi pecho seguía doliendo cuando no miraba una sola reacción de su parte en cada uno de esos días.

¿Cuánto había sufrido con anterioridad para tener la fuerza de no emitir sonido alguno ante tal dolor?

A pesar de lo que había pasado entre nosotros, a pesar de saber que mi omega lo había reclamado como su alfa, aun asi tenía ese deseo de ser libre, aun quería ver a mi mamá, aun quería buscar una solución para esta situación, a pesar de empezar a entender cuánto me dolería, aún estaba ese deseo, ese que miraba cada vez más lejano, pues mi omega dominaba cada vez más por completo mi parte racional.

Mientras subía las escaleras no escuchaba ningún sonido proveniente de la habitación, asi que intente volverme sigiloso mientras me acercaba. La puerta estaba abierta, por lo que me fue fácil mirar la escena desde la lejanía. Verdugo estaba sentado a la orilla de la cama mientras Jing Tong movía las manos desenfrenadamente ante él, era lenguaje de señas, lo cual me sorprendió; jamás imaginé que él supiera algo asi.

—No lo haré —Murmuró él con su voz ronca —Deja de repartirlo.

El pecho de Jing Tong subía y bajaba erráticamente, entonces por primera vez noté como lágrimas silenciosas caían por sus mejillas. Volvió a mover las manos y moría por saber que era lo que le decía, pues ella parecía demasiado exaltada, sus señas eran más marcadas y rudas, el coraje se notaba desde lejos, pero aun asi él la observaba con calma. No quitaba sus ojos de cada uno de sus movimientos, no se giró para ignorarla, simplemente la dejó que ella hablara a su manera.

—Ya deberías saberlo —La miró a los ojos —Eres quién mejor me conoce.

El labio inferior de Jing Tong temblaba mientras más lágrimas caían. Podía perfectamente escuchar su llanto en mis oídos, al menos... sentía que podía oírlo, pues nada se escuchaba más allá de cuando verdugo hablaba.

—No va a funcionar, ya lo decidí.

Ella apretó fuertemente la mandíbula, por un segundo sentí que levantaría su mano para golpearlo en la mejilla, pero en cambio se giró hacia la puerta y fue cuando su mirada brillosa se cruzó con la mía. Me sentí como una mierda por presenciar su conversación, pero ya me había atrapado. Verdugo se giró y me observó, entonces miró la charola en mis manos, por lo que comencé a caminar de nuevo.

—Pensé que... debía traer la comida antes de que se enfríe —Tragué duro mientras observaba los platillos en la charola —Perdón, no quería interrumpir —Los mire.

—No lo hiciste. Jing Tong ya se iba —Dejo de observarme a la cara para verla. La mirada que cruzaron era desafiante, entonces ella me observó para después irse de la habitación.