Alan no dudó en colocarse la gabardina con cuello de piel: esa mañana había amanecido con escarcha en el alféizar de la ventana, y el clima de Vodián podría ser mucho más agresivo.
Dejó el morral a sus pies y se observó en el espejo-portal de la Cámara de los Espejos. A esa hora aún no había nadie en la torre, y en breve Voryanda se reuniría con él para cruzar hacia Vodián, donde Devnus los esperaba. Se preguntó cómo sería aquella ciudad, alejada de la capital berisiana y, por lo tanto, tan peligrosamente cerca de las tierras apestadas de demonios.
Unos pasos en la escalera le anunciaron la llegada de un visitante. ¿Vony? Se giró para saludarla.
―Exan ―dijo, sin ocultar la desilusión―. Por lo que Voryanda me ha contado ayer, no necesitaremos las Argéntum en esta misión: simplemente debemos indagar más sobre la señorita Vonzepp y su habilidad de médium. En todo caso, las pistolas que venimos usando para los cartuchos Déleo regulares nos servirán si nos encontramos algún ente oscuro.
―Llevarán las Argéntum de todas maneras, Alan. El alcance y el impacto de estas nuevas pistolas es mayor, y quiero que los pruebes con carne de verdad.
―Como ordenes, Cazador. Solo lo decía porque aún no están aprobadas oficialmente por el Centro. ―Alan apoyó la mano en la empuñadura de la espada. Ninguna pistola podría reemplazar la frialdad que se necesitaba para cortar y clavar una hoja bien afilada.
―¿Desde cuándo eres tan meticuloso con los permisos del Centro? ―dijo Exan en tono de burla.
Alan no respondió: Deil lo conocía demasiado bien.
―Buenos días, caballeros ―saludó Voryanda desde el umbral de la cámara. Había subido sin que Alan la oyese―. ¿Partimos? Te enviaremos a Devnus para reportar novedades, Exan, tal como acordamos.
Deil resopló.
―Solo si es realmente necesario ―dijo, y se tocó el ala del sombrero a modo de saludo―. Buen viaje.
Con el morral a la espalda y la nóckut a su lado, Alan trazó con el dedo sobre el espejo las runas que les abrirían el portal hacia la delegación de Guardianes de Vodián. La bruma blanca escondió el reflejo de ellos dos, después se dispersó hacia los bordes, y Alan vio el interior de una sala con madera y piedra en las paredes y unos acogedores sillones.
―¿Tracé bien las runas? ―dijo, hurgando dentro de la chaqueta para recuperar el papel con las runas que Exan le había anotado.
―¿No es fantástica? ―dijo la voz de Devnus desde el otro del espejo. El Guardián apareció ante ellos, abrió los brazos―: Bienvenidos a la mejor delegación de Guardianes de Berisia. ¡Pasen!
Devnus le tendió la mano a Voryanda, y ella la aceptó para cruzar el portal.
―Qué bonito salón ―dijo.
―¿Acaso el gobierno les asigna más presupuesto que al resto de las delegaciones? ―dijo Alan cruzando el espejo.
―Creo que le diré a Exan que me deje una temporada aquí en lugar de Ribinska ―murmuró el Guardián―. Acompáñenme. Este es el libro de registro interportales, firmen aquí.
Alan recibió el libro y una estilográfica.
―Vaya, Dev. Si te quedas aquí, contarás con una chimenea para los días de invierno.
―Lamento informales que en Vodián todos los días es invierno.
―¿De veras? ―dijo Alan, y le pasó el libro a Voryanda―. Hice bien en traerme esta gabardina con doble capa interna de piel.
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Sangre nóckut - Arco 3: En tierra de guerreras -
Fantasy⚔️ Alan Valken y Voryanda Rynfer se trasladarán a la ventosa ciudad de Vodián, donde conocerán a una niña con poderes de médium. Un mensaje desde el más allá los alertará sobre una amenaza que asedia a un pueblo custodiado por legendarias amazonas...