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Jungkook jamás hubiera imaginado que su padre vendría a verlo solo para hacerle la vida imposible, y eso era algo que tenía perdida su cabeza desde que lo inmovilizaron en ese campo y le dieron una paliza. Ahora caminaba desganado hacia su celda, escoltado por ese oficial que no le quitaba la mirada de encima. Le abrieron paso, pero su mente dormida despertó de golpe al ver esa celda desolada.

— ¿Qué pasa? — Inquirió confuso. — ¿Y ChulSoon? ¿Dónde están todas sus cosas?

— ¿No te enteraste? ChulSoon murió en los disturbios. — Declaró sin trabas. — Los que tu iniciaste.

— Es imposible. — Refutó Jungkook. Su rostro lleno de confusión, no podía caer en aquella manipulación. — ChulSoon no estaba ahí.

Ese oficial no tendría paciencia para el. De un empujón lo metió en la celda y cerró la puerta de golpe. Su mirada lo fulminó, como si solo fuera basura y sin decir más le dio la espalda, dejándolo solo con su confusión. Miró a su alrededor, no comprendió porque no veía ninguna de las pertenencias de ese hombre. Se sintió un tanto desesperado, esos hombres le estaban comiendo la cabeza lentamente.

Y no era el único que comenzaba a tener una ira incontrolable.

— ¡Maldición! — Bramó lleno de furia. — Para el no fue suficiente con abandonarlo en la nada, ahora también regresa para hacerle la vida imposible. — Habló sumido en la furia. Los miro confusos cuando no dijeron nada. — ¿No dirán nada?

JungHyun estaba tan molesto que apenas podía controlarse. Después de entrar en la casa de Jungkook que ahora mantenían por el. No podía superar el odio que sentía hacia ese ser, y el dolor que le causaba el recuerdo de su hermano. Taehyung y JaeRin lo seguían por inercia, pero apenas podían pensar.

— Aún intento comprenderlo. — Confesó Taehyung perdido.

— Ese hombre... — Recordó la imagen JaeRin. — Es su padre.

— Ese hombre es un maldito desgraciado. — Corrigió el gemelo. — Que sea mi padre es hasta vergonzoso.

— Pero, el te lo dio todo. — Hablo JaeRin, sumida en sus pensamientos.

A JungHyun se le escapó una risilla hipócrita.

— Ese es el problema. — Aseguró con pesar. — Me dio todo lo que podía comprar. Pero, ¿Sabes algo, Jae? El amor no es algo que puede comprarse. — Se acercó, sus ojos reflejaron la furia en su interior. — Y el haberme quitado a mi hermano no se lo voy a perdonar en la vida.

JaeRin no pudo decir más. Era cierto, ella no había crecido con el amor de un padre, pero el de él de cierta forma tampoco lo era. Un padre que abandona a uno de sus hijos no es un buen padre, un padre que contrata un infinito de personal para que críen a su hijo como si fuera un cachorro no es un buen padre.

— Lo vi ser golpeado injustamente por unos tipos armados. — Pensó ella, sintiendo sus lágrimas regresar ante ese recuerdo. — Debemos sacarlo de ahí pronto.

— Oh... — Pensó el peliazul. Tocó si bolsillo y su cerebro se iluminó al oír un crujido. — ¡Cierto! El me dio esto cuando se acercaron al alambrado.

Emocionado sacó ese pequeño papel de su bolsillo y se los enseñó. Su pensante hermano se lo había pasado por el alambrado cuando se acercó a saludarlo y no podían verlo por todos los chicos amontonados allí.

•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora