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— ¡No!

Lo escuchó. El desgarrador grito que JaeRin no contuvo y tuvo que apretar los puños, manteniendo su postura. Kim Taehyung y Jeon JungHyun ahora deben sostenerla, cuando se desvanece en su lugar sumergida en un llanto desconsolado, sin querer aceptar esa injusticia que los había hecho sufrir tanto.

— Jeon Jungkook... Esta corte acepta tu declaración. — El juez prosiguió. — Serás trasladado desde este tribunal hasta la correccional de menores de GangWon donde cumplirás tu sentencia de manera inmediata. Se levanta la sesión.

Y justo cuando el mallete golpeo esa base circular fue cuando el verdadero caos inicio. Jeon Jungkook fue esposado al instante por segunda vez en su vida, sintiendo la misma vergüenza y temor que la primera vez. Su rostro se veia serio y tranquilo, pero en su interior lloraba como un niño arrinconado, sin saber a donde ir, ni con quien.

Se sentía completamente solo y tonto.

YeoJin se sumergió en un llanto silencioso después de abrazarlo antes de que fuera esposado,  cubriéndose el rostro decepcionada de si misma, sin deseos de ver esa devastadora escena, teniendo dolorosamente claro que no podía hacer nada más que pudiera ayudarlo. Dina como ella lloró desbastada al ver a su inocente nieto marcharse, sentada al sentir sus piernas temblorosas. 

Taehyung se mordía el labio, luchando con ese tembloroso labio que le fallaba, exponiendo sus inmensas ganas de llorar por ver a su mejor amigo siendo llevado a su injusta condena. Al igual que JungHyun, quien sintió ganas de — Como diría el— Llamar a su propia dragona e irse hasta Muy Muy Lejano con su querido hermano, su malhumorada cuñada y ese chico tonto que le cae muy bien.

— No, no, ¡No! — Otra vez la escuchó, esta vez la vio. — No se lo lleven, ¡El es inocente!

JaeRin lucha contra las manos de Taehyun y Junghyun, quienes intentan mantenerla inmóvil entre sus brazos para que no causara ningún disparate imprudente. Jungkook sintió su pecho arder. Veía a su chica llorando a mares, suplicando por el, deseando ir tras él.

Él también lo deseaba. Por eso su vista se volvió borrosa, llenándose de lagrimas.

— Ronny, escucha.

Su paso se detuvo, sorprendiendo a los guardias detrás que se detuvieron por ello. Vieron al chico mover un poco el mentón en dirección a esa jovencita y ante su situación, a pesar de presionarlo un poco a avanzar, le dieron un momento de ventaja. JaeRin calló su llanto, cediendo ante esa encantadora sonrisa que Jungkook le enseñó.

No podía creerlo. No podía creer como ese chico que estaba siendo arrestado injustamente podía sonreír y eso la dejo helada.

— Todo estará bien.

Fue lo último que pudo decirle antes de que los guardias le dijeran que debía avanzar con un empujón. Todos lo vieron caminar con la cabeza gacha y la vergüenza en alto fuera del tribunal, en donde lo esperaba ese vehículo al que lo subieron para trasladarlo. Ese bus amargado y de pintura algo gastada no era como el de todos los días. Se sentía frío, tenso y sobre todo, agobiante.

Jungkook viajaba en ese blindado bus sin despegar la mirada de la ventanilla en la que su cabeza se apoyaba, sollozando tan bajo que lo hacia en silencio y sus lagrimas eran casi invisibles. Tenia miedo y sobre todo dolor. Cada vez que la recordaba, más culpa sentía.

"Jeon HeeJin se fue, y fue por tu culpa."

Le repetía todo el tiempo su subconsciente, como una alarma aturdiendo sus oídos. Sus ojos pegados a esa carretera desértica y desconocida no hacían otra cosa que estar perdidos, casi sin mirar.

•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora