•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //

•°◤53◥°•

— Ahora todo tiene sentido. Por eso nos prohibieron las visitas.

Esos chicos reunidos en el instituto después de clases escuchaban la información que Taehyung les traía. Apenas podían creer lo que escuchaban, "peleas clandestinas" en las que los obligaban a participar, era nefasto.

— Debe estar como la mierda. — Suspiró JaeRin preocupada.

— Debemos conseguir entrar ahí. — Opinó EunWoo. — De alguna manera debemos conocer bien su plan.

— YoonGi me dijo que en los entrenamientos algunos hombres que querían participar de las apuestas podían ingresar a verlos. — Mencionó MinJae, quien fue a visitar al Blood que brindó algo de ayuda para que ni su primo ni el murieran allí. — Tal vez podamos hacer algo.

— Bien, no debemos causar mucho impacto. — Comentó YugYeom. — Solo iremos dos.

— Ronny y Baek, encárguense de esto. — Ordenó EunWoo.

— De acuerdo. — Asintieron ambos chicos.

— ¿Crees que esto sea algo legal? — Inquirió Miu a Taehyung.

— Por supuesto que no. — Respondió con pesadez.

— ¿Se lo contaremos a tu mamá? — Preguntó EunWoo.

— Cuando saquemos a Jungkook de allí. — Respondió segura JaeRin. — Tiene que ser lo antes posible. Si se enteran que mamá hizo una denuncia por esto podrían hacer cualquier cosa con tal de desaparecerlo.

— Bien, entonces acabemos rápido con está mierda. — Apresuró YugYeom.

— Si, pero no pueden ir así como así. — Intervino Miu. — Yo creo que... — Los analizó de pies a cabeza. — Tienen que tener un cambio de look.

Tenía toda la razón. Ir sin algún disfraz los pondría en riesgo, necesitaban un cambio de look que pudiera ocultar bien su identidad por esas zonas. Por eso acompañaron a Miu hasta su casa y la joven sacó emocionada todas esas cosas que tenía en su casa para transformarlos como si hubiese esperado toda su vida ese momento.

— Me gustan muchos los cosplays. — Mencionó dejando claro porque era tan buena con las transformaciones. — Creo que estos estilos le quedan muy bien.

Miu se alejó de esa joven a quien terminaba de acomodarle la peluca y les dio una ojeada de pieza a cabeza. JaeRin ahora era colorada, tenía pecas y un maquillaje que disimulaba sus labios carnosos y agrandaba sus ojos. Mientras que MinJae era un hombre bien peinado con un traje digno de un empresario y unos lentes de sol oscuros que le daban todo el toque.

— ¿Qué opinas, Tae? — Preguntó Miu al chico que los observaba sentado en su cama.

— Quedaron muy bien. — Comentó. — Nadie podría reconocerlos.

— ¿Ustedes que opinan? — Les preguntó ansiosa a ambos.

Los dos se miraron entre si, analizando su nueva fachada.

— Nada mal. — Opino JaeRin. — Aparentas tener dinero.

— Igual tu. — Coincidió MinJae.

Enseguida se miraron al espejo, echando una miradita a ese nuevo look. A ambos les gustó. MinJae tomó esa corbata y sonrió arrogante, mientras que JaeRin se sorprendió al ver cuánto podía cambiarla el maquillaje.

— Necesitamos un chófer. — Opinó MinJae, pues su nueva pinta debía ser bien presentada.

Ambos miraron al mayor allí.