•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //

•°◤30◥°•

— ¡Buenos días!

— ¡Buenos días, Jungkook!

Toda la familia saluda a ese joven que llega a la casa alegre en la mañana. JungHyun y Taehyung miran televisión echados en el sillón, YeoJin trata unos papeles sobre la mesa y Dina regresa de la cocina con un café que seguro le entregaría a su hija. 

— Llegas justo a tiempo, Jungkook. El desayuno ya casi esta listo. — Informó la mayor, feliz por su llegada. — ¿Podrías subir por JaeRin? Si nadie la levanta en fin de semana seguro amanece a las cuatro de la tarde. 

Ríe burlándose de su dormilona nieta, contagiando a YeoJin. Jungkook asintió sin problema, pero antes de que fuera a las escaleras alguien necesitaba decirle algo.

— Aguarda, Jungkook. — Llamó YeoJin, pausando el caminar del menor. — Me contaron todo lo que esta pasando entre ustedes...

Jungkook se sintió nervioso ante esa mirada, aunque YeoJin fuese como una madre para el. Pero la ofensa fue mayor.

— JungHyun. — Reprochó, llevando la mirada al sillón.

Allí estaba ese peliazul asomando los ojitos por el respaldo al igual que Taehyung, siendo igual de chusmas.

— ¿Por qué me culpas a mi? Fue el. 

Indignado sale de su "escondite" con un salto, señalando sinvergüenza al chico a su lado.  

— ¿Ah? Vamos, jamás le fallaría a mi mejor amigo. — Se defendió Taehyung, dándole un zape en la nuca.

— No te preocupes, no te preocupes. — Interrumpió la mayor, poniéndose de pie. — No te pongas nervioso, no me volveré la mala del cuento. 

Sonriente se acercó a el, contagiándole la sonrisa y calma cuando acarició sus hombros, brindándole confianza.  

— De hecho... Deseé con todas mis fuerzas que JaeRin se quedara contigo. Eres todo lo que espere para ella. — Le confesó. Los ojitos de Jungkook brillaron. — Se bueno con ella. Sé que la cuidaras bien. 

— Claro que lo hare. — Aseguró. — Puede dejarme en prisión si rompo esta promesa. 

YeoJin ríe ante aquella broma, dándole un apretón en los hombros. Sin más que decirle volvió a su lugar, dejando que el pudiera subir por su chica. Frente a esa puerta s le escapó una sonrisa de solo pensar en como la encontraría, si estaría durmiendo con la boca abierta llena de saliva o tendría todo su cabello descontrolado en su rostro. Pero cuando al fin se atrevió a girar esa perilla, se encontró con una imagen totalmente diferente.  

— Ronny, es hora de desperta-¡AY, CARAJO!

Espantado abrió los ojos de par en par cuándo detrás de esa puerta, vio a esa peligris salida de la cama hace rato, tanto que ya se había bañado, pero estaba en proceso de vestirse.

— ¡Jungkook, ¿Qué mierda?!

En pánico JaeRin buscó como cubrir su torso semidesnudo, pero en medio de su crisis solo pudo tomar una pequeña montaña de ropa que había en la silla de su escritorio para lanzársela. Avergonzado recibió el impacto, sin saber como reaccionar ante esa situación que lo había tomado de sorpresa.