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Capítulo 38

"Bienvenido al infierno"

Jungkook no sabia bien que hacer, y mucho menos que sentir o pensar.

Estaba confundido, perdido y solo. Avanzaba por inercia detrás de esos cuatro chicos que también ingresarían en la correccional, manteniendo la cabeza abajo intentando no llamar la atención. Hasta que llegaron a ese lugar, tan similar a una jaula que Jungkook se sintió un inocente y pequeño pájaro.

El proceso comenzó sin piedad alguna. Ojeó inseguro a su lado cuando escuchó que el primer paso era desnudarse y aunque los demás también estaban desconcertados, obedecieron al igual que el. Se sentía incómodo y avergonzado, y se sintió peor cuando ese hombre que pasaba frente a ellos, yendo y viniendo gritándoles la razón por la que estaban allí se detuvo frente a él y sola y exclusivamente le dijo en el oído: "Aprenderás a ser un buen hombre, fuerte y seguro, pajarito. Porque aquí no quiero ninguna mariposa que quiera hacerse el héroe."

Jungkook se sintió sorprendido ante ello, pero no lo dejaron reaccionar. Los bañaron con una manguera que echó agua bien fría, como si fueran basura. Les dieron la vestimenta blanca y gris, con la cual tuvieron que vestirse enseguida y mientras lo hacia Jungkook solo podía pensar en lo que le habían dicho. Parece que era conocido entre esos guardias y eso lo hacia sentir mas que nervioso e inseguro.

Los pasillos por los que avanzaron en fila le recordaban a la escuela, solo que con un toque de frio y soledad, casi como si fuera el primer día. Ese día en el que llegas sin conocer a nadie, ni siquiera el camino y avanzas torpemente sin destino seguro. Cuando temes perderte o toparte con alguien que no debes, por lo que mantiene la cabeza abajo. No quieres molestar, estorbar y mucho menos llamar la atención. Pero aún así, es lo que más haces.

— Jeon Jungkook. — Pronunciaron de manera fría y seca.

Nunca creyó que oír su nombre lo haría temblar. 

Ese guardia se interpuso en su paso, indicándole con una seña al joven detrás de el que continuará su camino, mientras que el corazón de Jungkook se atacaba lleno de nervios.

— El director quiere verte.

Trago en seco, tanto que su garganta ardió. Sin poder contradecir ni objetarse, Jungkook siguió a ese guardia que se desvío del camino de los demás chicos. Su mirada intentaba mantenerse al frente, deseando verse lo más calmado posible, pero se le hacia difícil cuando pasaba por celdas o patios abiertos en los que veía a demás jóvenes, algunos más grandes, otros más bajos pero todos lo hacían sentirse vulnerable con solo una mirada.

Llegaron a aquella importante puerta y la abrieron por el, dándole pasó, encontrándose al instante con ese hombre que le dio cierta sorpresa. Un hombre bien peinado, de aspecto más joven de lo que esperaba, debía estar entre los cuarenta y cuarenta y cinco. Lucia grande y fuerte. Sus dedos cruzados sobre el escritorio, una mirada fría y calculadora lo escaneo rápidamente, apenas siendo notable para Jungkook. El castaño se detuvo frente a su escritorio, bien parado y firme, como si fuera un soldado obediente.

— Después de leer su expediente, esperaba algo más... Interesante. — Confesó ecuánime.

Eso lo confundió. ¿Su ausencia de tatuajes y mejillas regordetas lo hacían ver poco interesante?

O, más bien.

¿Qué demonios decía en su maldito expediente?

Borró todo pensamiento de su mente cuando ese hombre se puso de pie lentamente, exponiendo su reluciente traje.

•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora