•☪|| 𝑴𝒀 𝑻𝑰𝑴𝑬. | 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴 //

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Capítulo 23

"El que no arriesga, no gana"

— Entonces, ¿Serán dos semanas? — Inquirió y el castaño asintió pesadamente. — Y luego...

El aire se atascó en sus pulmones, sin poder hablar, y eso fue claro para el. Por lo que la ayudó.

— Luego de estas dos semanas podría desatarse el desastre o simplemente todo regresara a una... — Buscó las palabras adecuadas. — Normalidad algo difícil.

Le cuesta aceptar esas ultimas palabras tanto como a él le costo decirlas. JaeRin lo mira sonreír forzadamente, intentando ocultar esa tempestad en su interior, haciéndola sentir un nudo en la garganta.

— No pasara, no puede pasar. — Negó decidida. — Se que arreglaremos esto. No puedes ir a prisión. Tu no... Tu no hiciste nada.

Estaba molesta, ansiosa e incluso nerviosa. Aprieta con fuerza los puños, siendo la única opción de desquitarse que tenía.

— No lo permitiré. — Retomó el parloteo. — Haré de todo lo posible por impedirlo.

— Ronny. — Intentó hablar.

— Tal vez pueda pedir la ayuda de los Bulls. — Ella no lo quiso oír.

— Ronny... — Insistió.

— YunJae también ayudará. Y JungHyun, creo que será una buena ayuda. — Pero ella fue más terca.

— Ronny~... — Canturreó sin darse por vencido.

— Yo, no puedo. No toleraría verte en prisión. Y-

— Ronny. — Al fin lo consigue, frenándola en seco.

Dando un pequeño apretón sobre sus hombros, Jungkook consiguió sacarla de esa hipnosis en la que parecía estar y JaeRin tomó aire bruscamente, llenado esos pulmones de los que había abusado. Despacio, Jungkook dejó caer sus manos hasta llegar a las suyas, esas que estaban sobre sus muslos haciendo un tanto de presión por los nervios. Nervios que se desvanecieron como por arte de magia cuando JaeRin volvió a perderse en esa hermosa galaxia brillante.

— No te tortures con esto ahora, por favor. — Pidió, tan suave que acarició su corazón acelerado, calmándolo. — Podremos salir de esta, y todo estará bien.

— J-Jungkook...

Sus cuerdas vocales le fallaron, haciendo que apenas ella pueda entender ese nombre. Su garganta se seca de golpe y siente ganas de golpearse el estómago por ese repentino cosquilleo. Aunque en el interior, disfrutó el volver a sentir esas mariposas que Jungkook provocaba con tan solo una mirada.

— No quiero... — Se acongojó, luchando con la presión. — Que vuelvan a alejarte de... De mi lado.

Lo vio claramente. Cómo esos brillosos ojos se suavizaron y se relame los labios, sintiendo su pecho oprimirse por ver su aflicción. JaeRin piensa en ese silencio, lo que le acababa de decir.

Y cuando lo hizo efectivamente se sintió patética.

¿Por qué le había dicho algo tan cursi a ese gran simio?