Spider-Bride

Capitulo 9 "Jonathan"

Han pasado dos semanas de lo de Nueva York. La ciudad se ha recuperado rápidamente y las personas han vuelto a sus actividades. No puedo decir que las cosas son normales, o como antes, ya que la gran revelación de los Vengadores y la exposición de los alienígenas tuvo diferentes efectos en la gente.

Algunos se sienten mas seguros, otros, en cambio, creen que el gobierno le oculta cosas. En cuanto a mi, bueno, creo que puedo usarlos de ejemplo. Me serviría mucho seguir observándolos como lo hice hace días.

No he dejado de pensar en lo que Loki dijo: mi destino es la autodestrucción. ¿Y si tiene razón? ¿Y si termino por hacerme daño a mi misma?

Creí que las cosas irían mucho mejor despues de hablar con el señor Stark, y lo fue, pero solo por un par de días. No he parado de recordar todo lo que viví en mi niñez, y eso me esta volviendo loca. Todos los recuerdos se enciman uno sobre otro, ahogándome, matándome lentamente.

Así que, fastidiada, decido levantarme de la cama. Me cambio la pijama por un pantalón y una sudadera gris con gorro y salgo de mi edificio. Camino lentamente por la calle, respirando hondo y viendo el asfalto que luce gris por a luz de la luna.

Me la paso así por unos veinte minutos, paro al ver un grupito de seis hombres tomando en una esquina. El olor los delató, además, se hacen los graciosos rompiendo las botellas en el suelo. Hacen mucho ruido para estas horas de la madrugada, hay gente que si tiene quehacer descansando.

-¡Hey! Miren ahí, un angelito nos cayo del cielo.

Ya esperaba que alguno dijera algo como eso, lo supe desde que me comieron con la mirada al pasar frente a ellos. Me detengo y doy media vuelta.

-¿Que dijiste idiota?

Los otros cinco hacen bulla a su amigo.

-El angelito tiene los ovarios grandes -se rasca la barbilla.

-Tal vez al angelito no le gusta que la llamen angelito -me acerco al tipo en cuestión.- ¿Qué es lo que esperan que una chica haga cuando les dicen cosas? ¿Qué al voltear de pronto miren los guapos que son? ¿Qué su cara de mierda desaparezca? ¡Oh, ya se! Que dejen de causar pena ajena. Por favor, no sean tan ridículos y váyanse a dormir -retomo mi camino. Ni el tipo ni los otros han reaccionado a lo que dije. Creo que lo que menos esperan esos "hombres" es que alguien les conteste.

-¿Tu dormirás conmigo? -otro de los tipos se siente capaz de recuperar la situación.

Cierro los ojos dos segundos, respiro hondo y me vuelvo a ellos.

-Di una cosa mas, y te juro que cerrare esa boca para siempre -amenazo.

El segundo hombre levanta la barbilla, me mira toda y vuelve su vista a mi cara. Sonríe.

-Ciérrala, -se lame los labios.- con tu...

Lo tomo del cabello y lo estampo contra la pared. Cae, y sus dientes quedan esparcidos por el suelo, junto con su sangre. Lo miro con detenimiento, es un dramático por desmayarse.

-Yo le advertí -rio.

-¡Hija de perra! -grita el primero que me ofendió. -¡Vámonos de aquí!- dicho esto, los hombres sale pitando por la banqueta.

-¡Esperen, angelitos, no se vayan! -voy tras ellos.

Mi velocidad me permite alcanzarlos. Cuando tengo a uno de los cinco que quedan cerca de mi, le doy media vuelta, lo levanto para despues arrojarlo a los otros cuatro. Caen.

-Alguien tiene que marcarles un limite -grito.

No se como, pero de pronto me causa satisfacción herirlos. Los golpeo en la cara, estomago, piernas, uno contra otro. Los dejo salpicados de sangre en el suelo, hinchados, balbuceando. Me coloco en cuclillas para mirarlos. Solo hago eso, los observo con frialdad.