Capítulo 43 "Emil Gregg"

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¿Cómo es posible? Lo golpee con todas mi fuerzas o bien dicho, mis super fuerzas. El dolor me recorrio hasta el codo, como un calambre pero se concentra, obviamente, en todos mi dedoa a excepción del pulgar.

No presto atención a lo que pasa a mi alrededor hasta que me doy cuenta de que Peter ya no esta conmigo. Ahora mismo tiene a Eddie sujetado de la camisa y lo va empujando hasta la puerta de la pizzería. La gente ya nos presta atención y se amontonan detrás de mi al seguirlos.

Peter le dice algo al oído y le da tremendo golpe en la barbilla que lo hace escupir sangre, lo arroja y Eddie se hunde en las capas de nieve del suelo. La gente se hace a un lado cuando ven a un Peter furioso volver al local. Me doy cuenta de que Eddie dejo aquí el pedazo de periódico, asi que lo hago bolita con la mano izquierda y lo meto a mi pantalón justo antes de que Peter se siente a mi lado.

-¿Qué te hizo? Dime- me hace volver a nuestra mesa.

-Me rompi los dedos pero... -me siento en uno de los sillones y Peter a mi lado. -No me explico como...

-Me trae una bolsa con hielos por favor -le pide a la primera mesera que ve.

Las demás personas vuelven a sus asuntos pero no dejan de mirarnos. Yo sigo anonadada por lo que acaba de pasar, es simplemente ilógico... ¿o no?

La mesera no tarda tanto en traer los hielos, será por mi cara de dolor que sabe lo urgentes que son. Peter pone la bolsa sobre mis dedos.

-¿Te duele mucho? -pregunta, no hay necesidad de respuesta ya que al simple toque de la bolsa suelto un quejido.

-¿Para que el hielo? -pregunto.

-Para evitar que se te hinchen -responde. -¿Qué paso? ¿Cómo te los rompió?

No le voy a decir la ofensa que me dijo, me moriría de la vergüenza.

-El me hizo enojar y, le golpee la cara -respondo, Peter esta tan concentrado en cubrir todos mis dedos con el hielo que sigo hablando.- Pero no fue un golpe a lo estúpido, no, fue una descarga de adrenalina y no le hice nada.

-Eso esta claro -comenta Peter sin asombro.

-¿Estas consciente de lo que te dije? -con mi mano libre toco la barbilla de Peter y la giro a mi dirección. -No le hice nada, bien pude haberle sacado los dientes y no pasó.

Peter mira detrás de mi, pensando.

-Vamos a casa.

...

Peter envuelve con cuidado mis dedos individualmente. A pesar de que me puso hielo inmediatamente, la hinchazon fue inevitable, esta al tope por lo que la sensibilidad me hace quejarme cada vez la venda toca mi piel.

-Auch -gruño.

-Lo siento, ya casi termino -le da una vuelta mas a mi muñeca y asegura la venta con un ganchito. -Listo.

Me regresa mi mano, por asi decirlo. La tia May me dio una pastilla para el dolor antes de irse a su turno nocturno en el hospital, según el frasco tardara quince minutos en hacer efecto. Le tuvimos que decir que me cai en la pista de hielo. Esto me dejo como una torpe y a Peter como irresponsable pero se lo creyo.

Peter recoge los retazos de venda de la mesa y guarda el maletín en los cajones de abajo de la alacena. Despues pone platos y vasos a la mesa para cenar la pizza que Peter pidió para traernos en Joe's.

Hago un intento estúpido de tomar una rebanada con mi mano derecha, pero es lógico, soy diestra y mis reflejos siempre serán hacer las cosas con esa mano. Peter nota mi torpeza, así que toma la rebanada de la caja y la pone en mi plato. Soy capaz de ponerle los condimentos con la izquierda, cuanto menos.

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