Spider-Bride

CAP. 20 "Asalto"

Hice una cita con Peter para verlo en Bryant Park, detrás de la biblioteca pública de NY. Llevo medio termo de café bebido y aun no llega. Sentada en una de las frías bancas de mármol, me llega un recuerdo a la mente. Aunque, dada mi situación deprimente, no creo que haya sido real pero, la disfruto. Es invierno, la ciudad está cubierta de una manta blanca y los copos de nieve caen del suelo. Mi padre me alienta a dar el primer paso sobre la pista de hielo, mi madre está a dos metros de nosotros, estirando sus manos. Las luces alrededor me hacen sentir que estoy en un lugar mágico, y que nada pueda salir mal o resultar peligroso. Cuando tengo los dos pies dentro de la pista de hielo, mi padre me toma de la mano derecha y mi madre de la izquierda. Por la altura, desde el punto donde los veo, se que debo tener unos ocho años, más o menos.

-Debra –me llaman. –Reacciona, ¿estás aquí? –pero no es ninguno de mis padres, si no Peter.

Agito mi cabeza y alzo la mirada. Peter esta frente a mi pasando la mano ante mis ojos. Usa una chamarra café y su mochila colgada en su espalda, como siempre.

-Sí, aquí estoy –me reacomodo.

Peter se sienta a mi lado, haciendo volar a un par de palomas que se encontraban descansando.

-¿Qué pasa? Tenías la vista perdida.

-Recordé algo –respondo, a media voz.

-¿Sobre Oscorp o Tectronics? –pregunta, alarmado.

-No, sobre mis padres. Maria y Marcus. Pero bueno, no son recuerdos reales después de todo, ya sabes a lo que me refiero.

-Sí, lo sé –baja la mirada.

Doy un sorbo a mi café, mientras que Peter deja su patineta recargada contra la banca. No me había dado cuenta de que la tenia, creo que necesito poner más atención a mi entorno. Cualquier cosa puede distraerme y eso no es bueno para mí, debo entrenar aun más mi mente.

-Entonces, ¿para que querías verme hoy? –me mira atento.

Dejo mi café a un lado y cruzo los dedos en mis piernas. Esto va a ser un poco raro para Peter.

-Necesito que me ayudes a contactar a tu amigo –digo, sonando un poco nerviosa.

Peter de inmediato entiende a quien me refiero. Tuerce la boca, inquieto.

-¿Y para que lo quieres?

-No lo quiero, lo necesito –afirmo. -Peter, ayer estuve investigando más sobre los experimentos y creo que él puede ayudarme, creo que puede ser la clave de todo esto, o al menos de mucha ayuda.

-¿Qué fue lo que viste? –Peter se ha tornado un poco nervioso, más de lo que ya de por si es.

-Vi… cosas –me encojo de hombros.

-Sí, ¿pero qué clases de cosas? Cuéntame –me pide. No puedo ceder.

-No lo hare –me niego.

-¿Por qué no? –abre los ojos grandes.

-Porque es algo que no debes saber –digo sin más.

-Pero si yo estoy en esto contigo. También me interesa –se toca el pecho, esta comenzando a levantar la voz.

-Es demasiado fuerte para ti, Peter. Solo en Hombre Araña y yo podemos saberlo.