CAP. 12 "001"

661 88 14
                                    

Hace cinco minutos que Peter esta en la barra platicando con el vendedor de la pizzeria. He dejado la caja sobre la mesa, empapada y arrugada, con el álbum debajo de esta. Mis manos están congeladas al igual que mis piernas y... bueno, toda yo. No he parado de temblar, y no se si es por lo asustada que me encuentro o por el frío.

-Toma -Peter pone frente a mí un vaso con agua. -No tienen nada caliente además de las pizzas así que... bueno.

-Está bien, gracias -digo, sin salir del trance en el que he entrado.

Pienso en todo lo que ha pasado conmigo, en como las cosas pueden cambiar de un día a otro. Mis padres me ocultaban secretos, los cuales estoy descubriendo de golpe y sin anestesia. Y eso lástima.

-Debra, hey -el chico pasa su manos frente a mi ojos, reacciono.

Tomo el vaso de agua y lo muevo en su propio eje. El agua esta fría, no se me antoja.

-¿Qué te paso? ¿Por qué viniste a Queens con esta lluvia? -su intención es ayudarme, puedo sentirlo.

-Yo... creo que te buscaba -respondo. No lo miro a los ojos por pena, dirijo mi vista a la ventana. -No sabía con quien más ir, no tengo a nadie ahora.

-¿Qué paso? -vuelve a preguntar.

Las imágenes de mi encerrada vuelven a mi memoria. Me tallo los ojos.

-Yo también vine a buscarte -pone su mano sobre la mía en la mesa. Vuelvo la vista a él, confundida. -Bueno, de pronto sentí la necesidad de venir a esta calle y... supongo que encontrarte fue una buena coincidencia ¿no? A menos que mi subconsciente me haya aconsejado venir, tal vez debía encontrarme contigo -se aclara la garganta. -Creo que hablo de más.

-No, está bien -le sonrió un poco. Tengo la cara tiesa de tanto llorar. -Me paso lo mismo.

Retiro mi mano incómodamente. Su mano pudo calentar un poco la mia, y eso que el también esta empapado. Se le nota una fuerza en sus nudillos.

-No sé qué hago aquí realmente, es una locura. Creo que mejor me iré -me pongo de pie pero rápidamente Peter me hace volver a sentarme.

-Espera, es más que obvio que no te encuentras bien, no al menos emocionalmente. No puedes salir así a la calle, eres peligrosa para ti misma.

Por más fuerte que me quiera ver, Peter tiene razón. Físicamente me siento fuerte y eso, pero mentalmente estoy devastada. Me reacomodo en mi asiento y me animo a tomar un poco del agua.

-¿Es por tu amigo? ¿No lo encontraste? -pregunta, manteniendo su tono tranquilo.

-No, ni siquiera fui a buscarlo a su casa -respondo. No me había acordado de Eddie hasta este momento, y creo que es justificable. -Pero no es por él que estoy así, es otra cosa.

-¿Qué es? -pregunta y siente un poco de incomodidad al ver que yo me sigo guardando esa información. -Perdona, no quiero ser metiche pero, me interesa ayudarte. En el poco tiempo que te conozco, nunca te había visto esa cara de tristeza. Parecias estar feliz siempre.

Suelto una risa de incredulidad, con un poco de nostalgia.

-¿Por qué ayudarme? -me inclino un poco a él.

Spider-BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora