Capítulo 18 "Amenaza"

244 36 3
                                    

Mis padres se encuentran en una prisión preventiva en Triskelion, en el Cuartel General de Shield en Washington, por lo que es necesario que viaje a esta parte de la ciudad. No se cuanto tiempo me llevara mi asunto, pero aun así me gustaría contarle a Peter sobre las catorce bombas y por que no, avisarle que no me vera por algún tiempo.

Natasha me dio permiso de salir un par de horas antes de que nuestro vuelo salga. Camine hasta Queens para llegar a casa de mi amigo. Toco la puerta un par de veces, espero al rededor de dos minutos a que alguien por fin atienda.

Una chica alta y pelirroja aparece al otro lado del vidrio con una enorme sonrisa, de esas que te exigen hacer lo mismo.

-Hola -la chica me saluda despues de abrir la puerta.

-Ah, hola -trato de procesar lo que esta pasando-. Disculpa, ¿Peter esta en casa?

Miro a mi alrededor para asegúrame de haber tocado en la casa correcta.

-Si, bueno no. Fue a la tienda por mas palomitas, nos terminamos dos paquetes hace rato -ríe, como si yo fuera parte del chiste.

-Si, claro, palomitas -me rasco la nuca-. Bueno, me voy, gracias -doy media vuelta.

-Espera -me detiene-. ¿No quieres esperarlo?

-¡No! No hay problema, de todo modos no le avise que vendría. Yo lo busco luego.

-¿Segura? -junta las cejas.

-Segura -sonrió sin ganas.

-Me llamo Mary Jane -se presenta, estira su mano y la estrecho rápidamente. No le pedi su nombre, pero ahora resulto interesante saberlo.

-Debra Withman -sonrió igual otra vez-. Que lindo color -señalo su cabello-. ¿Es tinte?

-¡No! ¿Cómo crees? Es natural -se sonroja, pasa sus manos varias veces por su melena despeinada. ¿Por que estaba despeinada?

-Que lindo -apuesto a que es tinte-. Bueno, ahora si tengo que irme. Y por favor, no le digas que estuve aquí, no es nada importante.

Salgo corriendo antes de que la señorita risueña me detenga de nuevo.

Siento algo recorrerme el pecho, se hunde en mi corazón. No me da pena admitir que me dejo muy celosa y confundida ver a una chica en casa de Peter. Una chica que no era yo. Y aunque ya me había hablado de ella, no esperaba esto... estúpidas palomitas.

...

Se hacen al rededor de cinco horas viajar de Nueva York a Washington. Hubiera sido mas tardado de no ser por el helicóptero de Shield. Todo el camino estuve viendo por la ventana mientras escuchaba como Natasha se burlaba de mi por ser una novata.

Aterrizamos en el helipuerto de un edificio de cuarenta pisos o mas, el aire me voló el cabello pero por fortuna lo tengo sujeto en una cola alta. En la agencia me facilitaron ropa un poco mas casual para alguien de mi edad. No debía lucir como si fuera a una excursión escolar ni tampoco iba a parecer el Jefe en Pañales con un traje de oficina.

El techo de la recepción es como de diez pisos de altura. Me quedo embobada mirando el gran logo de Shield al frente de la sala, tan implacable, tan imponente. Natasha parece estar hablando con alguien, pero mi asombro infantil es tanto que a penas le pongo atencion a lo ultimo de la conversación.

-¿Quien es la niña? ¿Tu hermanita?

Bajo la mirada y cierro la boca. Al dar media vuelta me encuentro con... Santo Dios.

Me acerco lento, sorprendida de que mis pies me obedezcan.

-Es el... el -hago un circulo con las manos, según yo dibujando un escudo-. Es el Capitán América -mi voz se va, me hago aire con una mano.

Spider-BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora