CAP. 24 "The Granite Prospect"

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Se que no estoy bien, se que mi cuerpo se mueve rápidamente, que no puedo parar de caminar de un lado a otro y que mi mente quiere estallar en pensamientos profundos y existenciales. No son los nervios por la cita con Peter de esta noche... es otra cosa y creo saber cual es: el energetizante.

Me di cuenta cuando le rompí la pata a la mecedora de mi mamá. No paraba de mecerme y la madera cedió. También estuve haciendo ejercicio y brincaba por toda la casa. La limpie, la ensucie y la volví a limpiar. Incluso me trepe al árbol del patio trasero para limpiarlo, arrancando las hojas muertas como lo hacia mi madre. Claro que, ella lo hacia con tijeras especiales y utilizaba su escaleras de metal para alcanzar las hojas de las ramas más bajas.

Recuerdo que ellos jamás me dejaban ingerir alimentos chatarra, o en especial cafe. Lo que consideraba sobreproteccion, ahora se que fue una dieta rigurosa para que no tuviera alteraciones en mi cuerpo y mente. Los experimentos tuvieron estragos y por lo tanto no soy como la gente común, no puedo consumir las mismas calorías o transgénicos que la gente normal...

Mi cama quedo enterrada bajo toda mi ropa; ahora es cuando me doy cuenta de que visto como un chico. La última vez que use algo femenino fue en mi cumpleaños, cuando fuimos a esa fiesta y bueno, después paso lo que paso. El disfraz blanco del Hombre Araña es lo único que quedo colgado en mi closet, obviamente ni siquiera lo considere como una posibilidad. Me desespero.

Corro a la habitación de mis padres y abro los cajones de mi mama, tal vez aquí encuentre algo apropiado. Maldición. Nunca he tenido una cita con nadie, no se que ponerme, que hacer, que decir o como ver al chico. Aunque bueno, Peter dijo que solo era una cita de amigos, algo así como las que tenia con Eddie, ¿no es asi?

Si mi madre estuviera aquí me regañaría por todo el desorden que hay en la casa, y porque tome sus cosas sin permiso. Es ahora que me arrepiento de nunca haber hablado con mi mama sobre moda femenina, prefería y sigo prefiriendo la ropa cómoda y grande, los zapatos todo terreno y el cabello sujetado. No quiero verme ni tan Madre Teresa ni tan Mary...

¡Bingo!

Encuentro una blusa de lana, la tejió mi mama para ella hace un año. Tengo una de tirantes blanca que puede ir abajo y un pantalón negro. Perfecto, la idea se plasma en mi mente y, no se si sea cosa de mi memoria eidética pero logro combinar en conjunto en mi cabeza.

Al vestirme me doy cuenta de la hora: 7:44 pm es tarde. Paso la plancha de mi mama por mi cabello un par de veces para que no se vea tan despeinado, y si, vuelvo a usar el maquillaje de mamá. Me pongo mis botines negros y me cuelgo una bolsa pequeña del mismo color, por nada del mundo dejare cosas importantes aquí, como lo es el celular de mi mama y unos cuantos documentos que dejo en la caja.

Reviso que no haya dejado nada conectado o abierto, antes de apagar las luces y quedarme en la sala esperando a Peter. Mientras tanto, me topo con la chamarra de cuero de papá; es café y moderna, a mi mama le daba risa como se le veía. Siempre la dejaba extendida en el perchero de la entrada y así decidí conservarla, pero siento que la necesito esta noche asi que me la pongo.

¿Les pasara el mismo caos a todas las chicas antes de una cita o solo me pasa a mi?

¿A dónde iremos? ¿Qué planes tendrá conmigo? Peter no es el tipo de chico intrépido y salvaje que tanto les gustan a las chicas de mi edad, y eso me parece perfecto. Aunque he pasado por situaciones de locos, sigo prefiriendo los ambientes calmados, que las cosas marchen tranquilamente e incluso lentas. Espero que no falte, ¿y si me deja plantada? ¿y si se arrepiente de haberme invitado a salir? Camino de un lado a otro por toda la sala, jugando con el cierre de mi bolso.

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