Spider-Bride

Capítulo 11 "Piedra y agua"

Dejo pasar el hecho de que Peter tenga su brazo rodeándome la cintura, o de que el aire haga que su aroma se expanda. Hemos avanzado por lo menos seis manzanas, he pataleado, intentado zafarme pero no logro que me suelte. Su fuerza me quita el aliento, me congela.

Al aterrizar sobre el techo de un edificio lo primero que hago es empujarlo. Cuando me suelta, siento como si me hubiera arrancado un pie.

-¡¿Qué carajos crees que haces?! -le grito, quitándome un mechón de la cara.

Peter se quita la mascara, despeinando su cabello.

-Salvando una vida -igual levanta la voz.

-Ese hombre no merecía vivir.

-No me refería a él.

Comenzamos una pelea de miradas. Trato de mantenerme en mi postura, la vista fija en un solo punto de su cara. Pero hasta su nariz me apetece, sé que no puedo mas.

-No te metas en mis asuntos. -camino a la orilla, me lanzare y volveré a lo mío.

Una telaraña rodea mi muñeca derecha, Peter tira de ella y me da media vuelta. Su mano detiene la mía, y me mira con tristeza.

-Mírate, tu no eres así -agita mi mano.

Puedo ver que la sangre ya se ha arrastrado hasta mi muñeca, y puedo sentir húmedo dentro del guante.

-¿Tu que sabes? A penas si me conoces.

-¿De que hablas? Te conozco bien.

-No, a la que tu crees conocer, es a Debra, no a Cindy. Ella quiere venganza, y estuvo a punto de lograrlo de no ser por ti.

Peter me suelta, ambos bajamos la mano.

-¿Y crees que con matar a todos arreglaras las cosas? -contraataca.

-No, o quien sabe, no pude averiguarlo gracias a ti. Tal vez me hubiera sentido mejor, o tal vez peor, pero al menos hubiera podido sentir algo diferente a la desesperación por la que paso todas las noches.

Trago lagrimas, lo que menos necesito ahora es llorar.

-Así no se arreglan las cosas -hace ademanes con su mano.

-¿Tu que sabes?

-¡Si lo sé! Maldición Debra, sé de lo que hablas. -de nuevo levanta a voz.- Lo he sentido. Cuando mataron a mi tío Ben; busque por todas partes al asesino, todo aquel que se parecía recibía su merecido. Pero comprendí que eso no me lo devolvería, que eso no era lo que querría para mi. Al contrario, supe que debía hacer algo para honrarlo. Y eso es usar mis poderes con razones justas, hacerlo un responsabilidad. Tu podrías hacer lo mismo.

Da un paso a mi, yo retrocedo, aunque mi corazón me pide que lo abrace.

-Tu tíos te enseñaron que el bien existía, a mi nadie lo hizo. Lo único que mi mente procesa son cosas malas.- hago círculos con el dedo índice en mi cabeza.- ¿Has escuchado esa frase en la que dicen que recordar es volver a vivir? Sabes que tengo una excelente memoria, ahora imagina lo que siento.- relamo mis labios.- Siento cada una de sus miradas, de sus manos presionando mi boca para que no grite. Siento cada una de las agujas que entraron a mi cuerpo, los moretones por la sangre que se coagulaba antes de tiempo. Siento la costra de mugre que se formaba en mi piel porque ni siquiera se molestaban en darme un baño.

Ya es imposible que no llore. Si lo hago, pero no dejo de hablar, en un buen intento por no quebrar mi voz.

-Era una niña. Ellos me crearon y ahora tendrán que pagar las consecuencias.- me limpio las mejillas rápidamente, molesta. -Ese hombre de allá era uno de los que financiaron los experimentos. Estaba como si nada viviendo plácidamente su vida, mientras que yo soy la que esta pagando esas atrocidades.