Cuando Mo Bei deslizo sus dedos debajo de la camiseta de Qinghua, lo único que pudo hacer fue ceder, desvanecerse como arena entre los dedos, abandonarse a merced de Mo Bei y dejar el alma en sus manos.
Supuso que así de caótico era el amor. Estar al borde del acantilado, temblando de miedo, pero deseando caer y hundirte hasta el fondo. En este caso, el fondo es Mo Bei y el borde son sus manos diestras y hábiles, sus dedos articulados, elegantes, escurridizos.
—Lento y sucio —susurró Mo Bei sobre la piel sensible de su cuello, depositando su aliento y calando por sus poros hasta fundirse con su sangre.
Le asusta y a la vez quiere que pase...
Que le haga el amor en la playa, en el mar, sobre la arena y dentro del agua. Que lo hagan hasta que estén tan juntos que no puedan separarse, hasta que sus almas estén unidas de la misma forma física que sus cuerpos.
—Duizhang, prométeme que me dirás cuando una tragedia tenga sentido para ti ¿De acuerdo? —Pidió Qinghua mientras picaba con su dedo la mejilla pálida de Mo Bei.
Mo Bei lo miro como si hubiera perdido la cabeza, pero asintió. Quién sabe si fue porque estaba demasiado caliente, o porque no quería tener una conversación de esa índole mientras sus pantalones contenían una erección.
Simplemente lo besó con ímpetu.
De repente Qinghua lo empujo y salió corriendo rumbo al mar. Escucho la maldición escupida por Mo Bei y le dio risa. Él solo lo observo correr hacia el agua y después huir del agua, de vez en cuando sonreía y gritaba alguna cosa como. "Dios, eres tan tonto", Shang Qinghua adoraba cuando decía frases así porque sonaba bonito. Dios, eres molesto. Dios, eres patético. Dios, me gustas tanto.
En todo el día no había sentido malestar de ningún tipo, pero mientras corría del agua helada el mundo se tambaleo. La única advertencia fue un fuerte mareo que sacudió su mente y un instante después todo se volvió escuro. Desapareció el mar, la arena y Mo Bei.
***
No sabe cuánto tiempo exactamente paso después de que se desplomo en la playa, pero cuando abrió los ojos, no pudo sentir la arena entre los dedos. Extendió una mano y recogió un puñado de sábanas blancas.
Le dolió horrible la cabeza.
Despertó en una habitación estándar, pequeña y amontonada. Una cama, una silla, una ventana, una mesa, una lámpara. Cerró y abrió los parpados una y otra vez intentando acostumbrarse a la iluminación.
—Despertaste —sonó la voz de Mo Bei.
Estaba sentado en la silla junto a la cama, con los codos sobre las rodillas, viendo a Qinghua con una mirada inescrutable.
— ¿Qué mierda fue eso? —Indagó.
No estaba seguro. Shang Qinghua no sabía que decir. En realidad no sabía que había pasado, se sentía de maravilla, no puede entenderlo.
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I: Make it Right ✔|| Moshang
FanfictionShang Qinghua esta secretamente enamorado del capitán del equipo de baloncesto, pero jamás se atrevió a dar un paso hacia él, hasta que una serie de eventos desafortunados lo envían directo a los pies de Mo Bei. Ahora tiene que enfrentar la locura d...