Capítulo 22: Libido.

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Estaba terminando de hablar con Mingyan cuando su teléfono sonó, anunciando la llegada de un nuevo mensaje

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Estaba terminando de hablar con Mingyan cuando su teléfono sonó, anunciando la llegada de un nuevo mensaje. Qinghua pensó que probablemente era Mingyan recordándole algo que se le había escapado antes.

Pero al revisar se dio cuenta de que no era Mingyan.

Mo Bei…

Era el primer mensaje que le enviaba Mo Bei. Su chat antes vacío, ahora con un único mensaje, una imagen.

Por un segundo a Shang Qinghua se le paralizo el corazón. Y abrió el chat con las manos sudorosas. Eran las once de la noche, mandar imágenes a esa hora se presta para las malas interpretaciones.

No. No era una fotografía impúdica. Era una fotografía panorámica, tomada desde los arrabales, en algún lugar de xx. Shang Qinghua adivino que Mo Bei andaba por los alrededores y le apeteció mostrarle una bonita foto de las farolas de la calle.

El siguiente mensaje hizo que el teléfono se le deslizara de las manos y cayera al suelo.

De Duizhang:
Tengo tu cuerpo en la mente.

Paso un tiempo para que pudiera tranquilizar su corazón, pero mientras esto sucedía, su teléfono sonó dos veces más, anunciando nuevos mensajes, posiblemente más devastadores que el ultimo.

De Duizhang:
Estoy cerca. Solo dime, si llamo a tu puerta ¿Me abrirás?

Y también.

De Duizhang:
¿Puedes con ello o no?

Era demasiado claro, demasiado directo. Shang Qinghua no se detuvo a pensar que sería lo más adecuado para responder en un momento así, pensó en dejarlo en visto, apagar el teléfono y acostarse a dormir.

Pero antes de que terminara de convencerse a sí mismo de que era una locura, Mo Bei llamo, no a la puerta, sino a su teléfono.

Shang Qinghua tomó la llamada al cuarto tono.

— ¿Y bien? —fue lo primero que Mo Bei dijo, su voz sonaba más sensual que nunca. Tenía que ser por la conversación, Shang Qinghua no pudo evitar imaginarse un millón de desenlaces para la misma escena.

El silencio se extendió durante varios minutos.

—Qinghua —llamó Mo Bei.

Shang Qinghua tembló. Esta era la primera vez que escuchaba su nombre de la boca de Mo Bei.
    
—S-sí.

— ¿Qué si puedo ir a tu casa? —volvió a peguntar.

— Sí.
   
—Bien, estoy allí en cinco minutos.

Y colgó.

Shang Qinghua se levantó de la cama de un salto. Llevaba puesto una horrible pijama de Bob esponja que le quedaba demasiado grande porque la consiguió en una tienda de segunda mano.

I: Make it Right ✔|| MoshangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora