Capítulo 33: El baile.

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Solo lo soporto por diez minutos

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Solo lo soporto por diez minutos.

Shen Yuan y Luo Binghe se acercaron con sonrisas tímidas en sus rostros. La luz de la luna artificial los bañaba por completo.

—Felicidades —dijo Qinghua cuando los vio tomados de la mano.

—Traidor —dijo Shen Yuan con una sonrisa.

Se veían bien juntos. Luo Binghe casi derramaba lágrimas de anhelo cada vez que veía a Shen Yuan. Pero ¿Por qué para ellos es tan sencillo? ¿Por qué el destino les da historias de amor tan perfectas?

Sabía que era estúpido pero los odiaba.

Lo último que quería ver en estos momentos era más parejas felices.

Shen Yuan envió a Luo Binghe a buscar ponche y se sentó al lado de Qinghua.

— ¿Cómo estás? —preguntó.

—Bien —fue la respuesta de Qinghua.

— ¿Tienes tu factor? Recuerda que...

—Lo tengo, Shen ge.

Shen Yuan sonrió. Ahora nada era lo mismo. Bueno, ellos quizás sí seguían siendo los mismos chicos físicamente, pero habían cambiado tanto en los últimos dos años que ahora, frente a frente, ni siquiera pueden mantener una conversación sin que se estanque incómodamente.

—Yo... —empezó Shen Yuan— Yo jamás me disculpe. No sabía cómo hacerlo.

—No tienes que.

—Yo sé que sí. En aquel entonces dije cosas que no quería haber dicho, estaba molesto y fui estúpido. No eres inmaduro, Qinghua, Yo...

—No hagas esto ­—lo cortó Qinghua.

—Pero...

—No. Shen Yuan, solo olvídalo ¿Sí? Es mejor así.

—Quiero que volvamos a ser amigos —dijo Shen Yuan, sus ojos eran honestos pero Qinghua estaba cansado de toda esta mierda. No quería más drama en su vida.

—Somos amigos —dijo Qinghua—, jamás deje de verte como mi amigo.

La sonrisa de Shen Yuan fue complicada, indulgente pero triste. Como si le dijera sin palabras que esa mentira era demasiado para ambos. Que estaban en extremos irrecuperables, y que lamentaba que fuera así.

Fue incomodo a mas no poder.

Fortuitamente, en ese momento llego Luo Binghe con dos vasos de ponche en las manos. Shang Qinghua se levantó.

—Necesito mear —dijo y se fue.

Sentía que no podía respirar allí adentro. Se le inundaron las pupilas y sintió que estaba a punto de llorar, pero se negaba a llorar por algo tan absurdo. Shen Yuan no tenía la culpa, en todo caso, nadie era culpable de las vueltas de la vida. Vagó no más de cinco minutos. A travesó los pasillos y salió al patio principal.

I: Make it Right ✔|| MoshangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora