Shang Qinghua esta secretamente enamorado del capitán del equipo de baloncesto, pero jamás se atrevió a dar un paso hacia él, hasta que una serie de eventos desafortunados lo envían directo a los pies de Mo Bei.
Ahora tiene que enfrentar la locura d...
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—No te pierdes de nada, amiga—decía Shi Qingxuan, recostada a los pies de la cama de Mingyan, con la cabeza de cabello castaño y corto colgando de la orilla.
El grupo de amigos estaba alrededor de Mingyan quien acababa de salir del hospital, la chica yacía recostada en la cama, ya no tenía el rostro mallugado y su sonrisa había vuelto, pero aún tenía problemas para andar por allí, así que descansaba en la cama.
—La escuela es un asco —concordó Mo Xuanyu—, patatas crudas para el almuerzo, clases obsesivas y tareas y más tareas.
— ¿Por qué te quejas, ni siquiera haces las tareas? —contraataco Huisang.
—Ese no es el tema, mi buen amigo —Mo le resto importancia con la mano— Como te decía, querida mei, no te has perdido de nada en absoluto.
Mingyan sonrió ante la conversación poco conveniente. Le gustaba mucho este tipo de ambiente, advirtió Shang Qinghua.
— ¿Qué ha dicho la policía? —pregunto Shen Yuan. Para muchos era sorprendente verlo solo, sin Luo Binghe a su alrededor. Seguramente no vino solo porque es la casa de los Liu, de lo contrario, estaría aquí dando su opinión sin que se la pidieran.
—Dicen que fue un robo que se salió de control. Tienen a un tipo detenido pero no he visto nada así que no puedo reconocer a mi atacante. Recupere mis cosas, estaban en un contenedor de basura muy cerca del lugar —explicó Mingyan—. Seguramente maleantes de la zona.
— ¿Qué ha dicho tu padre? —preguntó Qingxuan.
—Bueno, él quiere que valla por ahí con guaruras —sonrío Mingyan—, pero el punto no es ese. En realidad no sé cuál es el punto. Ya tengo suficiente con Ge.
—Pero ese sitio, te juro que es seguro —dijo Qinghua, sintiéndose culpable por enseñarle atajos peligrosos a una chica de buena cuna— Aún no logro entender.
¬—No te comas la cabeza —dijo Mingyan—, eso ya no importa. Nadie es culpable de nada. Estoy bien y eso es lo que cuenta, ya no quiero hablar sobre el tema. Este mundo es un asco y ya.
No podía evitarlo. Las calles de xx si eran un poco peligrosa, pero solo para los visitantes. Los residentes no tenían problemas, conocían las calles, los callejones y las esquinas más inofensivas. Shang Qinghua siempre se pasaba por esos lugares, es un chico pequeño, delgado y con apariencia endeble, la presa perfecta, pero jamás ha sido atacado.
A Mingyan le robaron, pero sus cosas aparecieron en un basurero, lo que puede significar dos cosas. O se dieron cuenta de que asaltaron a la hija de Liu Pei o es solo una pantomima para esconder un crimen de odio. O se equivocaron de chica o todo estaba fríamente calculado.
***
No tenía mucho tiempo a solas con Mingyan y el tema referente a Mo Bei no era algo que se pudiera hablar por mensajes o llamadas.
