Capítulo 25: Buenos días.

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Mo Bei dejo la motocicleta fuera de la tienda y acompaño a pie a Shang Qinghua hasta su casa

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Mo Bei dejo la motocicleta fuera de la tienda y acompaño a pie a Shang Qinghua hasta su casa. Él tenía modales impecables, no entro hasta que Qinghua lo invito a pasar y sus ojos no escudriñaron alrededor. Era un lugar pequeño, mucho más pequeño que su propio baño allá en el penthouse, pero estaba limpio y ordenado.

Lo primero que hizo fue quitarse la chaqueta y dejarla sobre el sillón mullido frente al televisor. Él no se sentó. Sus ojos permanecieron sobre Shang Qinghua quien daba vueltas por la casa, inquieto.

No hacía falta ser muy inteligente para adivinar lo que estaba pasando y lo que pasaría después. Shang Qinghua ya había tenido una especie de premisa antes, él definitivamente sabia a lo que se estaba metiendo, pero decide hacerse el desentendido y fingir que nada está pasando. Ya cuando llegue el momento vera como afrontarlo, mientras tanto va a tomar las cosas con calma, minuto a minuto hasta que se acabe.

Decir que está nervioso sería una falacia, en realidad esta aterrado.

— ¿Tienes hambre? —Preguntó— ¿Quieres café?   

Mo Bei camino, lentamente, la distancia que los separaba y se reunió junto a él en la mesa de la cocina. Su rostro permanecía serio, una especie de mezcla entre indiferencia y pasión, algo que no se molestó en ocultar. Allí estaba él, toda una figura distinguida, detrás de su espalda, con manos fuertes y mirada oscura… dispuesto a ser honesto.

—Quiero follarte —crudamente honesto.

— ¿Así y ya?

—Así y ya.

Mo Bei tenía una pasión bruta, con brazos fuertes para abrazar hasta destrozar, con una espalda ancha y firme en la cual aferrarse para no caer al precipicio y enloquecer. Su piel característicamente pálida, sus ojos azules y el calor de su cuerpo, todo era perfecto y desde un principio admirado por Shang Qinghua, no tan secretamente, en su corazón.

Todo empezó con admiración genuina. En aquel entonces, cuando Mo Bei se transfirió del extranjero, era todo un suceso. No es que no hubiera chicos atractivos en la escuela, pero el traía consigo un aire diferente, algo fresco y peligroso, pero no del todo desconocido. Y el color de sus ojos tan claro y brillante solo lo hacía sobresalir más, con una mirada penetrante y aguda, con una seriedad casi perturbadora, pero con una sonrisa asesina. Shang Qinghua se vio a si mismo perdiéndose en la magnífica existencia. Era como si dios finalmente creara al hombre perfecto, recordándole todo lo que es y lo que jamás podrá ser.

Recuerda que en aquel entonces, le dijo a Shen Yuan algo como: “Solo es mera apariencia, las personas perfectas no existen” y descubrió que era verdad cuando ingenuamente se embargó en un viaje de des-limerencia. Lo cual termino con él más sumergido en su existencia, porque descubrió que tenía defectos, como su malhumor y las notas bajas en las clases importantes. Sin embargo, eso no afecto de ninguna manera sus sentimientos, que solo se hicieron más grandes mientras profundizaba en él.

I: Make it Right ✔|| MoshangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora