Capítulo 28: Coqueteo y Celos

400 98 58
                                    

Después de un rato entre bromas, finalmente apareció He Xuan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de un rato entre bromas, finalmente apareció He Xuan. El chico ya se había quitado el uniforme del equipo de baloncesto, llevaba pantalones de mezclilla negros y una camiseta del mismo color.  

—Hola —dijo antes de sentarse junto a Qingxuan, su voz era baja, como si no saludara a nadie más que a la chica.

—Llegaste —sonrió Qingxuan.

—Sí, hace un rato.

Shang Qinghua desvió su atención de la conversación para mirar alrededor. No muy lejos estaba todo el equipo de baloncesto. Liu Qingge, Luo Binghe, Feng Xin, Gong Gixiao, Mu Qing… y Mo Bei. Él estaba en el borde superior de su mesa, con un plato grande de nachos en frente, con las manos escurridizas de Sha Hualing alrededor de su brazo.

Sus ojos eran tempestuosos cuando se topó con la mirada de Shang Qinghua, recordándole los primeros días de convivencia y no tanto a su última reunión. Viéndolo así parecían muy diferente, por más vueltas que le diera, la verdad siempre se arrastraría hacia la superficie con enormes garras que rasgan sus sueños.

Y cae ante la realidad de que no encaja. En el mundo perfecto de Mo Bei no hay lugar para Shang Qinghua.

—Los macarrons son una bomba —decía Yingying con las mejillas llenas.

—Voy al baño —dijo Shang Qinghua, y se levantó lentamente, dejando atrás la amena conversación que tenían sus amigos y en la que no había podido involucrarse después de ver a Mo Bei.

Era increíble, pensó mientras se mojaba la cara. Mientras él sufre altibajos a causa de Mo Bei, el otro ni siquiera se inmuta ante su presencia. Uno se muere lentamente y al otro le da igual lo que suceda con él.
Tuvieron un momento especial, de hecho, esa misma mañana despertaron juntos porque Mo Bei expresó: “Esto es como el ejercicio, si dejas de hacerlo por un poco de agotamiento muscular, jamás te acostumbraras y la próxima vez será igual de molesto”. Parecía algo que Pei Ming diría, pero en boca de Mo Bei le supo a sabiduría y lo escucho gustoso.

Escucho el golpe seco de la puerta anunciando que alguien había entrado, Shang Qinghua levanto la cabeza y a través del espejo miro hacia atrás. Quisiera decir que le sorprendió, pero en realidad no lo hizo, casi estuvo rezando durante dos minutos para que Mo Bei entendiera y lo siguiera a los servicios.

Sus ojos seguían siendo los mismos que encontró esta mañana, un poco empañados, como si hubiese fumado, como si hubiese tenido sexo y después hubiese fumado. Un poco caóticos, tempestuosos, como rayos y truenos en medio de una noche de verano. Eran sus ojos y la línea apretada de su mandíbula, eran sus labios y su perfecta nariz, Shang Qinghua contuvo un temblor y exhalo.

— ¿Cómo estás? —preguntó cuándo finalmente encontró su voz.

— ¿Qué mierda se supone que responda?

—Lo siento, lo has hecho bien-

—Ahórratelo —cortó Mo Bei—, sin impresiones.

— ¿Qué? —dijo sin aliento. Entendía porque Mo Bei estaba de mal humor, lo que no entendía era porque estaba actuando tan impersonal con él.

I: Make it Right ✔|| MoshangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora