Prólogo

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Él sabía que toda la atención la tenía por el simple hecho de llevar una falda junto con un par de medias hasta el muslo, se sentía como Dios al tener las miradas sobre él, escuchar como hablaban diciendo lo bien que se veía en ellas, también suele llevar botas de suela alta porque le gustan y lo hacen más alto, su cabellera dorada y larga estaba a su favor, muchas veces lo confundían con una linda chica delicada y Lee Felix podría sacar provecho de eso, pero él no era así. Simplemente era arrogante cuando las miradas lo volteaban a ver, fuera allí, era un chico común y corriente con buenas calificaciones y un gran corazón.
No era una sorpresa que estuvieran enamorados de él tanto como hombres y mujeres, no había nadie que se resistiera a él.

Por otro lado tenemos a Hwang Hyunjin, un chico que fácilmente pasa desapercibido por todos sus compañeros de la universidad, solamente tenía un amigo y ese era Jisung, también estaba su novio pero no era tan cercano a él, Hyunjin siempre fue un chico bastante inteligente quien se llevaba los primeros lugares en cualquier materia, también le gustaba pasar tiempo en la biblioteca leyendo libros de romance, pero sus favoritos eran los libros de poemas.
Realmente no era alguien interesante, aunque tenía una belleza enorme y tenía una que otra mirada sobre él pero nada comparado a Lee Felix quien se llevaba toda la atención incluida la de los maestros.
Hwang Hyunjin está enamorado de aquel chico con faldas desde el primer instante que lo vio caminar por los pasillos como si fuera un Dios, Hyunjin jura haber visto un aura de luz brillante rodear aquel cuerpo mientras todo pasaba en cámara lenta, su corazón comenzó a palpitar como un loco al verlo sonreír y supo que había caído rendido a sus pies.

Pero estaba consciente de que aquel chico no le haría caso ni en sus sueños, por eso prefiero verlo desde la distancia, admirarlo como si fuera algún especie de acosador, cosa que no lo era, a veces (siempre) sonreía como un tonto cuando lo veía pasar junto a sus amigos, suspiraba cuando lo veía reír, parecía una colegiala enamorada.
Hyunjin jamás pensó en hablarle por miedo al rechazo, por miedo de que lo mirará de una forma asqueada, por esa razón se mantuvo alejado.

Hasta que un día, por obra del destino, quedan atrapados en el elevador de la universidad.

¡Salven el alma de Hwang Hyunjin!

Chico con faldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora