El tono de llamada fue lo que lo despertó.
Hizo unas muecas al ser interrumpido de sus dulces sueños, por eso tomó su celular con mala gana y contesto sin checar quien era la persona que le estaba llamando tan temprano.
—¿Quién habla?
»¡Soy Ryujin! ¿Dónde estás?
—Te dije que iría a casa de Jisung—intentó sentarse pero dos pares de brazos y piernas impedían cualquier movimiento, giró levemente su cabeza para ver a Felix aferrado a su cuerpo con su cabeza enterrada en la espalda de Hyunjin, su respiración era tranquila y podía sentir su pecho subir y bajar lentamente, sonrió y se dispuso a escuchar a su hermana.
»Acabo de hablar con él y me dijo que ya te habías regresado a casa, no haces ni una hora de regreso, ¿qué está pasando? ¿Dónde estás?
—Si te lo digo, no me vas a creer—susurró muy apenado, pues su pequeña mentira se había caído tan rápido. Escucho como su hermana resopló ante su respuesta.
»Solo dime dónde estás. Iré por ti.
—Estoy con Felix—hubo un silencio del otro lado de la línea, Hyunjin pensó que tal vez su hermana había colgado, pero al ver que la llamada aún seguía, se confundió—¿Ryun?
»¿Con Lee Felix? ¿El chico del cual estás enamorado? ¿El chico que usa faldas y botas de suela gigante?
—El mismo Lee Felix.
»Oh, Hyunjin, ahora mismo quiero gritar pero no puedo, ¿tuvieron sexo?
—¡Claro que no!—susurró gritó para no despertar al chico a su lado quien sólo se movió para abrazarlo más, si es que se podía—simplemente fuimos a-
»No me cuentes, quiero que me digas todo cuando vengas a casa. Puedes tomarte el tiempo que sea necesario.
—Bien, entonces nos vemos después.
»¡Nos vemos! Usa condón.
Antes de que Hyunjin pudiera decir algo, su hermana colgó, suspiro y de nuevo metió su celular bajo la almohada, intento dormir ya que todavía era muy temprano pero algo en su trasero comenzó a incomodarle, se movió para poder quitarse ese malestar, pero era imposible.
Chasqueo la lengua queriéndose mover, no podía porque Felix lo tenía abrazado y le impedía moverse con facilidad, o hasta que sintió pequeñas embestidas fue cuando se dio cuenta que era Felix quien lo estaba pinchando. Abrió sus ojos quedándose quieto esperando a que el australiano se dejará de mover, era claro que aún estaba durmiendo y posiblemente estuviera soñando, así que no hizo nada hasta que Felix lo dejara.—Mm...Hyunjin—mordió su labio al escucharlo hablar entre sueños, ¡era tan lindo! Si tan solo estuviera soñando con algo más decente—Mi bebé...eres tan sexy.
Apretó las mantas con las que estaban cubiertos, cerró sus ojos con fuerza ignorando las constantes embestidas en su trasero que Felix daba sin darse cuenta.
—Tan apretado...
Dejó escapar un gemido, abrió los ojos dispuesto a despertarlo, así que comenzó a sacudirlo con suavidad para poder lograr que despierte.
—Felix hyung, despierta, estás soñando.
—Dime oppa...—la mano que Felix tenía sobre la barriga de Hyunjin empezó a descender hasta quedar en su pelvis a escasos centímetros de tocar su entrepierna
—¡Hyung!
El rubio despertó todo aturdido y confundido por el grito, sonrió aún con el sueño en su rostro y hablo con aquella voz gruesa de recién despertado que hizo que los sentidos de Hyunjin se movieran.
—Buenos días Hyunjin, ¿dormiste bien?—se incorporó sin dejarlo de abrazar y le besó la mejilla repetidamente haciéndolo reír.
—Sí, pero tienes un pequeño problema que me está pinchando en el trasero—Felix miro hacia abajo, rió con pena y se hizo hacia atrás cubriéndose con una almohada—no hay porque ser tímidos ahora, estuviste frotandote contra mi trasero mientras decías que yo era sexy y apretado.
—Oh Dios, lo siento tanto, no quise hacerlo—hizo un puchero, sus ojos brillantes por la pena de haber hecho algo como eso, solo esperaba que Hyunjin pensará que lo quería violar mientras dormía.
—Está bien, pero, ¿qué estabas soñando?—mordió su labio esperando una respuesta que era obvio que no iba a llegar. Felix sonrió adormilado y se dejó caer contra el pecho de Hyunjin.
—Te hice muchas cosas—susurró cerca de sus labios aún sin quitar aquella sonrisa de su rostro—y una de esas fue follar tu linda boquita.
Subió su mano hasta acariciar los labios de Hyunjin con su dedo índice y medio, el coreano parpadeo tratando de asimilar aquella pequeña información que Felix le dió. Rió con un poco de gracia y le golpeó con suavidad el pecho, Felix también rió pero después se quedó en silencio admirando el lindo rostro de su menor.
Todo en Hyunjin era tan lindo e inocente, sus ojos en forma de almendra, pequeños que te pueden ver con inocencia pero al mismo tiempo con intimidación, sus cejas no tan tupidas que te podían decir con facilidad que es lo que está sintiendo, su nariz en forma de triángulo que se arrugaba cuando sonreía o con disgusto cuando algo no le gustaba, aquellos afelpados labios que con un solo roce se ponían rosados al instante, Felix no podía creer que alguien como Hwang Hyunjin pudiera existir en un mundo como en el que están habitando en estos momentos, Hyunjin es alguien irreal que parecía haber sido sacado de un cuento donde era algún tipo de príncipe y Felix era su hada guardiana.
Hyunjin es hermoso, precioso, tiene una belleza natural que no se compara con ninguna otra que haya visto antes, Hyunjin es todo lo que Felix una vez busco, no quería dejarlo ir, no quería que nadie más lo tomara porque Lee Felix ya lo había tomado desde el primer segundo que lo vio sentado leyendo ese libro de poemas medianamente triste, quería todo de él, sus lágrimas, sus besos, sus abrazos, sus risas, todo. No quería perderse ni un detalle de aquel lindo chico.
—Me gustas tanto—susurró en medio del silencio que se había formado por varios segundos, observó cómo las orillas de la boca del pelinegro se levantaron formando una linda sonrisa.
—También me gustas, hyung.
Estaban a punto de besarse cuando alguien interrumpió ese momento tan íntimo.
—¡Mierda, Felix!
Había sido uno de sus amigos, así como entró, salió cerrando la puerta rápidamente asegurando que no había visto nada, Hyunjin rió mientras que Felix se levantó rápidamente de la cama para golpear al imbécil que había interrumpido su momento más apreciado junto a Hyunjin.
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Chico con faldas
FanfictionA Lee Felix le gustaba usar faldas porque se sentía cómodo y porque eran bonitas, además de que se acomodaban muy bien en sus caderas y cintura. Hwang Hyunjin está enamorado de aquel chiquillo pero tiene miedo de acercarse a él, sin embargo, sucede...