Cap 22

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Ryujin sacó el pollo del horno y lo puso sobre la mesa, hoy llegaba su madre y estaba muy nerviosa por lo que podría pasar.

Hace muchos años que no se veían, tanto Ryujin y Hyunjin se alejaron de ella por problemas, o porque no aceptaba la orientación sexual de Hyunjin, ellos eran muy unidos y Ryujin siempre lo cuido como si fuera su hijo, entonces cuando ambos crecieron, ella ya tenía un trabajo mientras ella misma se pagaba la escuela. Hyunjin se quedaba en casa y estudiaba la secundaria, ahí fue entonces cuando los problemas empezaron cuando Hyunjin salió del clóset oficialmente.

»—Tengo algo que contarles.

—Puedes decirnos lo que sea cielo—su madre sonrió bellamente eso fue lo que a Hyunjin le dio valentía para seguir con su confesión.

—Soy gay. Me gustan los hombres.

El rostro de su madre había cambiado drásticamente, se levantó de su asiento y sin decir nada le dio una bofetada que sonó por todo el comedor, Ryujin jadeó y rápidamente fue al lado de su hermanito viendo su mejilla volverse roja, Hyunjin estaba en shock y no podía procesar lo que acababa de pasar.

—¿¡Qué te pasa!? ¿¡Por qué lo golpeas!?

—Porque eso es una mentira—frunció el ceño—solo estás confundido.

—Estoy seguro de lo que siento. Esto no es alguna etapa—Hyunjin estaba llorando pero las palabras salían sin titubear.—No me importa lo que pienses sobre mi, si aceptas lo que soy o no, no me importa.«

Ryujin sufrió junto con su hermanito, ya no podía seguir viendo como su propia madre rechazoba a su primogénito, fue por eso que cuando Hyunjin cumplió la mayoría de edad, huyeron de ahí. La chica hablaba con su madre dos veces al mes para saber cómo está y ella de vez en cuando pregunta por su hijo, en su voz se escuchaba el arrepentimiento y tristeza.

Y después de años, la volverán a ver. Estaba nerviosa porque no sabía cómo Hyunjin iba actuar en cuanto la viera entrar por la puerta.

—Jin, Felix estará aquí en una quince minutos, yo estaré arriba terminando de arreglarme. ¿Podrías recibirlo?

—Por supuesto, hermanito—le sonrió. Hyunjin le aventó un beso y corrió a su habitación.

De pronto el timbre fue tocado y Ryujin se apresuró en abrir la puerta no queriendo dejar esperar tanto tiempo a Felix, con una gran sonrisa abrió la puerta dándose cuenta que era su madre. Su sonrisa se esfumó viendo a su mamá sin poder creer que estaba ahí de pie con una pequeña maleta.

—Hija—la abrazó fuertemente, Ryujin le devolvió el abrazo, uno un poco más flojo, estaba sorprendida puesto que su madre se veía bastante bien, incluso se ve más joven.—estoy tan feliz de verte.

—Yo igual, pasa, Hyunjin está arriba—la señora pasó a la casa y comenzó a ver a su alrededor.

—Es una casa muy bonita.

—¿¡Es Felix!?—Hyunjin se detuvo al ver a su madre, ella lo veía con lágrimas en los ojos, bastante feliz por verlo, rápidamente se acercó a él y lo abrazó. De pronto comenzó a llorar sobre su pecho oliendo el dulce perfume que su hijo portaba en esos momentos. Lo había extrañado muchísimo.—Hola, má.

—Eres demasiado hermoso, solo mírate, haz crecido bastante. Te extrañe muchísimo, cariño—Hyunjin no sabía cómo responder a eso, así que solamente pudo sonreír.—tenemos mucho de que hablar. Me he perdido de tanto.

—Supongo...—el timbre sonó y eso fue como una escapatoria para el chico—es Felix.

Se separó de su madre y caminó rápidamente hacia la puerta, la abrió y ahí estaba Felix con una enorme sonrisa, maquillaje de tonos cafés, su cabello rubio con extensiones, su vestimenta era bastante sencilla, camisa blanca de botones super larga con una cinturilla negra haciendo resaltar su cintura, botas hasta por debajo de la rodilla, se veía bastante precioso ante los ojos de Hyunjin.

Chico con faldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora