Cap 11

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Ryujin se apoyó contra el marco de la puerta de la habitación de Hyunjin, su sonrisa era pícara mientras lo veía aplicarse un poco de sombra en sus ojos, Ryujin sabía que la ha estado pasando excelente junto a Felix, ella estaba feliz de que su hermanito tenga esa linda sonrisa en su rostro después de tanto sufrimiento.

Ella más que nadie sabía por lo que Hyunjin paso en su última relación, lloro por meses, dejó de comer, bajo de peso visiblemente, ya nada le daba emoción, junto con Jisung intentaron animarlo pero por más cosas que hicieron, no pudieron, o hasta que Hyunjin llegó emocionado dando saltitos diciendo que había visto a una hermosa hada, Ryujin vio la emoción en sus ojitos y se sentó para escuchar cualquier detalle que pudiera decirle.

Estaba tan agradecida con Lee Felix por sacar a su hermano de alguna forma u otra de ese pozo lleno de tristeza y agonía, Hyunjin comenzó a brillar, comenzó a comer y comenzó a creer en el amor y en él mismo. Había pequeñas piedras que lo hacían tropezar pero no era nada grave de lo cual preocuparse, Hyunjin tardó en acercarse a Felix, más o menos casi un año, sin embargo, fue Felix quien lo empezó a invitar a salir después de su incidente en el ascensor, jamás olvidaría la carita de felicidad de Hyunjin cuando llegó y le contó con lujo de detalle lo que había pasado.

—Te ves bonito hoy, ¿te estás poniendo bonito para Felix?—dijo en tono de burla lo cual las mejillas del pelinegro se volvieron rosadas.

—Sí.

—En verdad te ves radiante, mereces ser feliz después de todo. Soy tu hermana mayor, me preocupo por ti y por eso golpeare a Felix si un día te saca una lágrima.

—Las únicas lágrimas que voy a derramar serán de placer.

—¡Hyunjin!

El chico rió fuertemente ante la mueca de desagrado que su hermana había hecho ante lo que le dijo, se calmó para poner brillo de labios sobre aquellas carnosas almohadillas. Se escuchó el claxon del auto de Felix, rápidamente tomó su pequeño bolso pero antes de salir, su hermana lo detuvo.

—Avísame si te quedarás con Felix, también llámame si algo sucede, no importa la hora que sea; iré por ti.

Hyunjin asintió antes de bajar las escaleras y salir corriendo para después subir al auto de Felix y plantearle un pequeño beso.

–––

—Bien, aquí está todo—Hyunjin abrió la mochila sacando la ropa con cuidado, parpadeo viendo una linda falda color negro a cuadros, un top del mismo color de tirantes, una chaqueta de cuero, medias que posiblemente le queden hasta los muslos y al final Felix le tendió una caja que contenía un par de zapatos de charol negro—sin duda serás el más hermoso del antro, puedes ir atrás y cambiarte, prometo que no miraré.

Hyunjin lo obedeció, con sus mejillas sonrojadas se quitó sus zapatos para poder deshacerse de su pantalón colocándose rápidamente la falda que era de su talla, sentía la suavidad de esta contra sus afeitados muslos, prosiguió con su camisa verde y se puso el top junto a la chaqueta, para rematar se puso con cuidado aquellas medias que le apretaban un poco, pero nada que no pueda soportar.

—Puedes mirar—susurró acomodándose el cabello, Felix volteó rápidamente, tuvo que contenerse en estirar su mano y meterla debajo de la falda, chiflo viéndolo de pies a cabeza.

—Te ves tan hermoso, ¿estás listo?—Hyunjin solo atinó a asentir—bien, entraré primero, después lo harás tú, te enviaré una foto de donde estaré sentado para que no te pierdas. Te estaré esperando.

Se inclinó para besarle los labios y salir, Hyunjin observó la vestimenta de Felix, era algo simple, un par de pantalones de vestir color negro, camisa de botones blancas con tres rayas en la manga izquierda, para hacer perfecto su vestimenta; alrededor del cuello de la camisa llevaba un listón negro. Felix se veía precioso aún si no llevaba sus típicas faldas de tiro alto junto con esas botas de suela alta, ni esas extensiones en el cabello, Felix se veía guapo en todos los sentidos y Hyunjin estaba enamorado de esa dualidad.

Recibió un mensaje de Felix diciendo donde se encontraba ubicado y que ya podía entrar. Hyunjin tomó aire antes de salir del auto y asegurarse de que estaba bajo llave, entró al antro viendo que había mucha gente bailando, otras sentadas platicando y bebiendo, sus oídos se llenaron rápidamente de la música que estaba sonando por los altavoces en ese momento. Con su corazón latiendo busco con la mirada a Felix y lo encontró mirando hacia su celular.

El juego había empezado y Hyunjin tenía que dar todo de sí para no decepcionar a Felix, pero como todo empieza feliz, termina en algo horrible.

El pelinegro estaba a nada de llegar a la mesa en donde se encontraba Felix, se sentía nervioso pero todo eso se fue cuando un cuerpo más grande que el suyo se atravesó bloqueando su camino, Hyunjin cerró sus ojos al momento de chocar suavemente contra un pecho fuerte.

—Disculpa, voy a pasar—se hizo hacia atrás para ver al hombre quien lo veía con una sonrisa maliciosa.

—Vaya vaya, miren lo que me encontré. Eres una belleza, hoy papá tuvo suerte—intentó tomarlo de la cintura pero Hyunjin hizo hacia atrás, asustado por qué el hombre lo toque—oye princesa, no muerdo, a menos que lo quieras.

—V-vengo con alguien, por favor déjeme ir—a este punto tenía miedo, miedo de lo que esté alto hombre le pueda hacer, quería sacarle la vuelta y correr hacia Felix, pero no podía verlo, el hombre le bloqueaba la vista por completo. Quería llorar.

—Mm, no veo a alguien más contigo, solamente te veo a ti—con rudeza lo tomó de la cintura y lo acerco a su cuerpo, Hyunjin chillo cerrando los ojos y aguantando la respiración, pues el hombre olía demasiado a alcohol como para soportarlo.

—D-déjeme, no quiero ir con usted. F-Felix...—sus lágrimas cayeron una tras otras llamando al rubio que se encontraba a unos cuantos metros—Felix...

—Estás llamando el nombre equivocado dulzura, mi nombre es-

—Dulzura tu puta madre—el hombre fue arrojado lejos del cuerpo de Hyunjin, Felix había llegado a tiempo para enfrentar al hombre quien cayó de espaldas—él no está solo, aquí está su novio.

—Eres un-

No terminó la frase cuando dos guardias de seguridad lo tomaron a la fuerza para posteriormente sacarlo, Felix abrazo a Hyunjin quien seguía llorando, su cuerpo entero estaba temblando por el miedo. Felix se sentía culpable de haberlo obligado a usar un atuendo tan llamativo, por eso haya elegido este lugar porque era un antro seguro, no tenían permitido el acoso sexual, pero tal parece que se había filtrado un acosador sin que nadie se diera cuenta.

—Bebé, ya no llores. Podemos irnos, ¿sí?—el pelinegro asintió y ambos salieron del antro con una que otra mirada sobre ellos.

Hyunjin sentía que lo había arruinado todo.

Chico con faldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora