Cap 18

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Hyunjin había despertado tarde, y todo por quedarse hablando con Felix hasta altas horas de la madrugada, hoy tenía una clase muy importante a primera hora y ya eran las 7:15, la clase ya había empezado y él aún no pasaba por las puertas de la universidad, se sentía avergonzado, quería llorar puesto que el profesor de dicha clase era un poco especial acerca de la puntualidad y estaba muy seguro de que ya no lo dejaría entrar por más que le suplicara.
Soltó un triste suspiro al llegar a su casillero bastante cansado y decepcionado de si mismo por no escuchar las incontables de alarmas que tenía en su celular, se sentía como un alumno irresponsable por haber faltado por primera vez a una de sus clases importantes, resopló, cerró la puerta de su casillero y se dió la media vuelta dispuesto a ir a la biblioteca, sin embargo, un cuerpo más alto que él se le interpuso en el camino evitando que diera un paso más.

—Hola—el chico le saludó y Hyunjin frunció su ceño tratando de reconocer al chico. No lo conocía y no recuerda haberlo visto alguna vez.

—¿Hola?

—¿Eres novio de Lee Felix?

—Estoy saliendo con él—ahora estaba confundido, ¿por qué este chico le pregunto por Felix? ¿A caso lo conocía?

—Te tengo una advertencia—su voz se volvió tosca, peligrosa y demandante, se acercó más a Hyunjin para intimidarlo y tuviera miedo de él—si no te alejas de él, voy a quitarte del camino.

Seamos sinceros, Hyunjin tenía miedo de aquel chico fornido, parecía que de un pequeño golpe lo iba a sacar volando de la universidad, no, del mundo. Pero no podía aparentar ser un ciervo miedoso que ante cualquier señal de peligro iba a salir corriendo. No, iba a demostrarle a ese hombre que no tenía miedo de él y que iba a defender a Felix a capa y espada.

—No puedes obligarme. Así que no lo haré.

Lo que no se esperaba a continuación era que la gran mano del chico rodeará su cuello sin apretar, solo estaba ahí sintiendo el rápido pulso del pelinegro quien ya había entrado en pánico mirando a todos lados tratando de buscar a alguien y pedirle ayuda, pero parecía que en esos momentos todo el mundo desapareció.

—Te crees el valiente, ¿no?—sonrió con cinismo apretando suavemente el cuello de Hyunjin, sus ojos demostrando miedo, ansiedad y pánico—no eres más que un chico debilucho con miedo a quedar encerrado, quien ante la mínima cosita ya está teniendo un ataque de ansiedad, Felix no necesita niños como tú, necesita a hombres como yo que lo protejan ante cualquier situación de peligro, él no necesita ser tu niñera. Eres un fastidio.

Los ojos del chico más pequeño se hundieron en lágrimas, su voz ya no podía salir, estaba entrando en un ataque de pánico y no había nadie para ayudarlo. El hombre se estaba divirtiendo ante el miedo que le causaba y si seguía así, lo más probable es que Hyunjin se desmayara del pánico que rodeaba su cuerpo entero.

—Por favor—dijo en un hilo de voz. Rogando para que alguien o algo lo ayudará salir de esa terrible situación en la que estaba.

—¿Por favor que, débil polluelo?

—¡Hijo de puta, déjalo en paz!—alguien gritó a las espaldas del hombre y con un rápido movimiento lo golpeó en la entrepierna haciendo que soltará a Hyunjin rápidamente, el chico de cabellos negros soltó un sollozo corriendo hacia la persona que lo había ayudado, persona que no era nada más ni nada menos que su mejor amigo—¿¡quien eres para tratar así a mi mejor amigo!? ¡Tú, grandísimo gorila!

Jisung estaba a punto de darle una patada directo en las costillas, pero Felix apareció mágicamente deteniendo al chico de hacer algo estúpido.

—¡Déjalo! No vale la pena—se giró para ver al hombre tirado en el suelo retorciéndose de dolor ante el golpe en los genitales—te mereces eso y más por molestar a mi chico. Te dije que no quería verte acosandolo.

Chico con faldasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora