-¿Quién es ese?- dijo Dylan con el semblante serio sin apartar la mirada de Niall.-Un amigo...ha venido a buscarme al aeropuerto- digo intentando parecer sincera e inoncente, Dylan me mira dubitativo y finalmente relaja el rosto, me agarra del codo y prácticamente me arrastra hasta el enorme rellano sin darme tiempo a mirar por última vez a Niall.
-¡Suelta, joder! ¡Me haces daño!- añado mientras me sacudo violéntamente, si, estamos montando una escena delante del portero¿Y?
-¿Desde cuando eres tan malhablada Victoria?- me mira atónito, y poco a poco comienzo a darme cuenta de lo altivo y estirado qué es, al ver que no contesto escupe con desprecio- seguro que es culpade ese delincuente de ahí- me sigue arrastrando hacia el ascensor.
-Ni se te ocurra llamarle así ¿Me oyes?- me doy cuenta por la mirada amenazadora de Dylan que estoy subiendo el tono de mis palabras.
-Ni se te ocurra...volver a elevarme la voz...cariño- finge una falsa sonrisa y me introduce en el ascensor- ha sido la última vez- noto como cada vez aprieta más mi codo y reprimo un gemido de dolor, las lágrimas se agolpan en mis ojos y no se de donde saco el valor para decir las próximas palabras:
-Tú...no...me mandas- suenan casi como un susurro pero Dylan lo oye, su mirada se endurece y levanta la mano, yo me encojo y cierro los ojos, aunque al ver que no pasa nada lo abro y veo como Dylan respira agitadamente y desvía la mirada de mi.
-¡En tu vida vuelvas a levantarme la mano!- digo casi chillando y una lágrima traicionera cae por mi mejilla cuando llegamos a la planta.
-Hoy no entras en mi casa, Dylan- digo con la puerta abierta
-¿Qué?- dice atónito y comienza a echar una sonora carcajada- ¿Te estás oyendo cariño?- yo intento poner un semblante serio pero mi labio comienza a temblar y me lo muerdo para evitar un quejido.
-Sí, buenas noches, Dylan.
-¡Te arrepentirás! ¿¡Me oyes?!- cierro la puerta y me dejo caer tras de ella y comienzo a sollozar más fuerte recogiéndome las piernas con los brazos-
-Zorra- susurra y oigo como las puertas del ascensor se cierran, mientras yo sigo llorando. Noto como alguien me coge y me sube a mi cama, no quiero abrir los ojos, no quiero.
Para cuando los abro una leve música suena de mi bolso, extiendo un brazo y noto a Eric tumbado a mi lado, le doy un beso en la mejilla y él abre un ojo.
-Buenos días- dice estirándose- ¿Qué hacías anoche ahí tirada?
Pienso durante unos segundos, no le puedo contar a Eric la escena de Dylan porque me impediría que me casara con él, y ambos sabemos que es necesaria esta boda...mi familia mi reputación...lo necesito.
-Estaba cansada, me dolían los pies y me tumbé un segundo, aunque parece que se alargó- digo intentando sonar creíble mietras esbozo una sonrisa y alargo el brazo para coger el bolso.
-¡¿Qué te ha pasado en el brazo?!- Eric se incorpora de un salto y abre los ojos en todo su esplendor, yo me encojo de hombros y examino el enorme hematoma del brazo.Vaya, si que tiene fuerza Dylan...los recuerdos de ayer vuelven a mi mente y me empañan los ojos, pero al notar mis ojos anegados de lágrimas, desvió mis pensamientos y digo:
-Me choqué contra una farola
-Ya...claro
Casi de inmediato llaman al timbre y Eric grita:
-¡Voy yo!
Yo esbozo una sonrisa y me quito la ropa de ayer poniéndome una bata encima entonces lo oigo, oigo la voz, su voz mientras desciendo las escaleras.
ESTÁS LEYENDO
Una vida contigo(Editando)
Teen FictionY entonces apareció él, revolucionando mi vida, poniendo todo patas arriba. Dejandome sin nada de mi vida anterior. Debí haber apartado a aquel hombre tatuado de mi familia antes de que me hiciera esto. Antes de que me enamorara. Todo el mundo tiene...