31. Tú eres mentira. Parte2.

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- Todavía no me puedo creer que hayas llorado con Bridget Jones- dice Niall mientras me acaricia la espalda.

-Joe, ¡es preciosa!-digo poniendo pucheros mientras le pego un suave golpe en la tripa. Solo oigo la risa de Niall, y su respiración que poco a poco se realentiza, quedando solamente silencio entre nosotros-¿Estás despierto?-digo muy bajito, él solamente emite un pequeño gemido y no puedo evitar una sonrisa- Le voy a dejar, de verdad, Niall...solo te quiero a ti...-añado casi con lágrimas en los ojos mientras noto como Niall me aprieta mucho mas fuerte contra su pecho- de veras, ya nada me importa más que tú- comienzo a realizar pequeños dibujos en su vientre con mi dedo- me da igual el dinero Niall- él me besa la frente, todavía en silencio- hablo en serio cuando digo que solo me importas tú-.

-Te quiero, y pronto serás solo mía-dice Niall en un susurro, todavía con los ojos cerrados- Ahora, duerme, sino duermes comerás y si comes te tendrás que poner esas fajas a lo Bridget- yo no puedo evitar una sonora carcajada aplacada al instante por la boca de Niall, recordándome que Eric y Emma están todavía en la habitación de al lado.
Todavía ni puedo comprender la idea de esta mentira, yo necesito explicaciones...No puedo obviar que me ha mentido pero...igual tenía sus razones...Aunque finalmente el sueño vence a mis incesantes cuestiones y pensamientos sin sentido.

-Buenos días dormilona- oigo la voz de Niall a mi lado, poco a poco me estiro sonriendo y hago pequeños intentos fallidos para abrir los ojos, intentos que hacen reir de enorme manera a Niall quien me empieza a hacer cosquillas seguidos por pequeños besos

-despierta despierta despierta- yo no puedo evitar carcajearme hasta llorar, siempre he sido de cosquilla fácil y Niall lo sabe y le encanta.

-¿Te he dicho alguna vez lo preciosa que estás por las mañanas?- dice con voz seductora, yo le tapo la cara con una mano y con otra me pongo una almohada en la cara-

-¿Vas a venirte a vivir conmigo?- dice de repente Niall mientras tomamos el desayuno en la cama, todavía me da apuro salir al salón, estoy muy confundida, por todo, parece que ahora mismo nada en mi vida tiene sentido.

-Pues la verdad, no lo se- me incorporo de la cama y entierro mi cara entre las manos- esto es un desastre- siento como Niall me acaricia la espalda y me sienta sobre su regazo mientras me abraza.

-Todo va a ir genial, nena- me da besos que consiguen hacerme cosquillas- ya verás- Yo le doy un último beso y me encamino hacia la ducha.

-¿Eric?- preguntó al entrar al salón, por si acaso, pero está totalmente vacío-¿Emma?- repito, pero obtengo el mismo éxito de respuesta que el anterior: nulo.

-Se habrán ido- me contesta Niall abrazándome por detrás mientras yo deslizo un dedo por todos sus tatuajes, repasándolos como si mis dedos fueran tinta y agujas.

-Voy a ir a casa- anuncio mientras recojo mi bolso del suelo y me giro para observar a Niall que me mira con una pizca de pánico en los ojos.

-No vayas Victoria...-suplica- por favor, no- me coge de la mano y cariñoso me retira un mechón del rostro- Por favor...

-Tengo que ir, Niall, debo comprobar si Eric está bien y hablar con Dylan- al oír su nombre la mano de Niall se aferra más a mi muñeca, pero tras unos minutos de silencio la presión disminuye y es él mismo el que me pone la chaqueta.

-Victoria- dice apoyado en el marco de la puerta- Pase lo que pase, recuerda que te quiero- yo sonrío y le voy a besar cuando me detiene- de veras, te quiero, no lo olvides en ningún momento.

-Vale idiota- contesto riéndome- Nos vemos en unas horas- y le lanzo un beso antes de coger el taxi y dirigirme a mi casa.

Una parte de mi no quiere regresar a casa, quiere quedarse en Brooklyn abrazada a aquel hombre que le hace sentir lo que nadie nunca fue capaz. La persona por la que lo va a dejar todo, y pese al riesgo y al cambio yo no podría ser más feliz. Solo quiero que seamos él y yo.

-¿Eric?- preguntó al entrar por el piso, subo hasta su habitación pero rápidamente la puerta se cierra.

-Tenemos que hablar...- esa no es la voz de Eric...es la de Dylan- vas a escuchar la verdad te guste o no.

Yo trago saliva e intento hablar pero sus próximas palabras acaban con cualquier sonido y pensamiento coherente.

-¿Sabes en qué trabaja tu bomboncito?- pregunta con una sonrisa cínica, yo callo y respiro agitadamente mientras siento como las lágrimas luchan por salir de mis ojos- Lo suponía-.

Una vida contigo(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora