Fortuna Negra [TERMINADA]

Capítulo 22

23 de febrero de 1978

Harrigan Peverell frunció el ceño al inocente piso de un pasillo al azar en Hogwarts. Iba de camino a la oficina del director, el hombre lo había convocado como a uno del personal regular, sin duda para dar un ataque por la llegada después de las vacaciones de Sirius Black-Malfoy, recién unido y obviamente embarazado. Afortunadamente, había podido avisar a Orion de que era probable que esto sucediera, por lo que envió un destello de polvo Floo a Black Manor, una señal preestablecida de que estaba siendo convocado.

Sin duda, el director pensó que sería capaz de interrogar y convencer a Harrigan por su cuenta. Se estaría decepcionando groseramente con la llegada del padre muy protector de Sirius y un recordatorio de a quién representaba Harrigan. El mal humor de Harrigan solo se vio reforzado por su trabajo actual, había estado entrevistando a estudiantes que los Merodeadores y sus amigos de Slytherin recomendaban y estaba obteniendo una imagen alarmante de lo que sucedía en Hogwarts en estos días.

Al llegar a la gárgola que custodiaba la oficina del director, miró a la criatura con el ceño fruncido. Se negó a usar la tonta contraseña transmitida por el profesor Filius Flitwick, y en su lugar dijo: "Lord Harrigan Peverell, representante de la Junta de Gobernadores".

La puerta se hizo a un lado, pareciendo sentir su creciente mal humor. Harrigan subió con gracia la escalera de caracol, alcanzó la puerta y dio un golpe firme para anunciar su presencia. Un alegre "¡Adelante!" hizo que se detuviera, respiró hondo y obligó a los músculos tensos de su cuerpo a relajarse.

Entró en la habitación, sin revelar nada del hecho de que había querido simplemente sacar su varita y hechizar al anciano en el olvido momentos antes. La habitación estaba abarrotada de libros y baratijas, el venerado Sombrero Seleccionador delegado para ser aplastado en un estante, doblado casi en dos. Junto al escritorio cubierto de papeles y un gran cuenco de dulces había una percha de madera sobre la que descansaba Fawkes, un fénix de leyenda. Harrigan estudió el brillante plumaje del pájaro durante un momento antes de acercarse al escritorio del director.

Al notar la ausencia de sillas, movió su varita, transfigurando una elegante silla de madera con respaldo alto. Se sentó, notando con cierto placer el discreto destello de molestia en los ojos azules del Director. "¿Me convocaste?" Preguntó Harrigan secamente.

Albus se aclaró la garganta. "Sí, lo hice. No pude evitar notar el nuevo anillo y la condición obvia del anciano Black. Ahora Sirius Black siempre ha estado..."

"Black-Malfoy," interrumpió Harrigan suavemente. "Como dijiste, el anillo es bastante nuevo, pero se merece la cortesía de usar su nombre propio, incluso si está ausente".

La molestia en los ojos de Dumbledore creció. "Sí," movió su mano como si fuera intrascendente, "Black-Malfoy. Ahora, como estaba diciendo. Sirius Black-Malfoy siempre ha sido un estudiante favorito del personal, también es talentoso en el campo de la Transformación. . Tal como están las cosas, sin embargo, está en contra de las reglas de la escuela que una estudiante embarazada asista a Hogwarts. Tal como está, tendrá que dejar la escuela. Lo siento por él, ya que está programado para graduarse en junio, pero las reglas deben mantenerse."

Harrigan estaba abriendo la boca para responder al montón de mentiras que Dumbledore estaba escupiendo cuando hubo un golpe firme en la puerta. Cerró la boca, simplemente manteniendo la sonrisa de sus labios. Tiempo perfecto.

"¿Quién está ahí?" Dumbledore llamó con impaciencia.

La puerta se abrio. Harrigan no se habría perdido este momento por nada para ver la expresión que cruzó el rostro de Dumbledore cuando la elegante e impresionante forma de Lord Orion Black se reveló detrás de la puerta. La incredulidad y la irritación se persiguieron por el rostro del hombre por un momento antes de que la irritación dominara, solo se duplicó cuando Orion se acercó y evocó un duplicado de la silla de Harrigan.