Descubriendo el verdadero amor (Terminada)

Cap 18 (1/2) - SUPERAR

JULIA

Un mes después...

Este mes no ha sido fácil, he ido a ver a Rosa casi todos los días no sólo para superar lo sucedido con Diego, sino también para hablar de la muerte de Lety. Le conté de mi sueño con mi amiga y la Dra. Vega me ha hecho entender que no debo sentirme culpable por vivir una vida feliz y que Lety este donde este, está feliz por mí. Y creo que tiene razón, quiero quedarme con la hermosa imagen de Lety sonriendo y feliz tal como estaba en mi sueño. Y quiero cumplir con la promesa que le hice, voy a ser feliz... feliz por las dos.

En cuanto a la muerte de Diego, hoy puedo decir que me siento en paz de saber que no puede volver a dañarme. Está muerto. Sin embargo llegar a sentirme así no fue fácil, durante un tiempo lo sucedido en ese campo siguió atormentándome en pesadillas que me dejaban muy alterada. Los malos sueños eran siempre iguales, siempre soñaba con la misma escena y algunas veces era yo quien moría y otras era Rodrigo, lo cual me aterraba y me alteraba más que las otras pesadillas.

Diego me tiene agarrada, me usa como escudo humano. Rodrigo está a unos metros de mí, puedo ver la desesperación en su rostro, me mata verlo sufrir. Diego lo amenaza con llevarme con él y Rodrigo saca un arma, le suplicó que se vaya, no quiero que Diego le haga daño, pero mi novio está decidido a quedarse. Diego sigue diciendo que va a matarme... de repente escuchó un fuerte sonido de un disparo, grito del medio mientras Diego se tambalea hacía atrás lo que me da la oportunidad de alejarme de él. Rodrigo me aleja de ahí, pero las piernas me fallan y caigo al suelo.

- ¿Estás bien amor? - Me pregunta desesperado recorriendo mi rostro con sus ojos. Mientras intenta desatar las cuerdas que me sujetan las manos.

- ¡Cuidado! - Le gritó.

Diego le da un golpe en la cabeza con su arma. Rodrigo se recupera y le propina varios puñetazos a Diego. Pelean y Rodrigo logra quitarle el arma a Diego y la tira lejos. Las sirenas de la policía se escuchan fuertes. Ellos siguen peleando mano a mano, yo me desato y le tiró a Rodrigo su arma. Ellos forcejean y el arma se dispara. Sólo escucho el sonido del disparo, es un sonido fuerte que enmudece todo y mi corazón se detiene.

- ¡NO! - Grito desesperada.

Sin embargo, no me puedo mover, quiero correr hasta Rodrigo para ver si está herido, pero mis pies están pegados al suelo. El ambiente se pone demasiado frío y oscuro. De repente no hay nada, Diego ya no está, las sirenas no se escuchan. Sólo está Rodrigo tirado en el suelo, de su pecho brota sangre, mucha sangre que tiñe su buzo gris y el césped seco del campo. Me desespero, lloro, grito, quiero ir con él, pero no puedo moverme. Lo llamó pero él no me escucha, no se mueve, ya se ha ido.

- ¡No, Rodrigo! - Grito desgarradoramente.

- Amor. Julia, mi amor despertate. - Escucho su voz y abro los ojos alterada.

Respiro agitadamente, mi pecho sube y baja frenéticamente, las manos me tiemblan y un sudor frío recorre mi espalda. Rodrigo me toma suavemente el rostro con sus manos para que lo mire, mis ojos se enfocan en él que me mira preocupado y me doy cuenta que ya no estoy en ese campo horrible, que estoy con mi novio en la cama, en casa, a salvo.

- Rodrigo... Mi amor. - Acaricio su rostro con mis manos. - ¿Estás bien? - Le pregunto preocupada y le tocó el pecho en busca de la herida pero no hay nada. Sólo fue una horrible pesadilla.

- Estoy bien amor. - Lo abrazo fuerte con desesperación, él me envuelve con sus brazos y me siento mejor. - Tuviste una pesadilla, estás bien, estás a salvo. - Nos acostamos así abrazados. - ¿Quieres contarme?