Descubriendo el verdadero amor (Terminada)

Cap 13 - ÉL VOLVIÓ

JULIA

Puedo sentir su mirada sobre mí, finjo no hacerlo y concentrarme en cortar los tomates pero siento como sus ojos verdes me miran intensamente. Sé que no va a dejar pasar lo que vio en la habitación.

- ¿Te gusta Rodrigo Juli?- Y ahí está. Dejó de cortar y fijó mis ojos en ella.

- Mamá, Rodrigo y yo solo somos amigos. - Le aclaro.

- Bueno... - Interviene Nina que ya agarró confianza. - Últimamente están más cercanos y se miran de una forma... uff que da calor. - No puedo creer lo que acaba de decir. Literalmente me quedo con la boca abierta.

Después la miro para que no diga más cosas como esas, no hace más que alimentar las suposiciones que se hace mi madre.

- Parece un buen hombre, me agrada. Además es atractivo... muy atractivo, si yo tuviera unos años menos...

- ¡Mamá! - La repriendo mientras Nina se ríe por el comentario de mi madre.

- ¿Qué? Sólo digo que está bien si te gusta. Puedo ver que él te quiere, Juli. Veo cómo te mira, está muy enamorado ese chico. - Dice totalmente convencida de sus palabras.

- Miriam. - Nos interrumpe Rodrigo. Y tres pares de ojos sorprendidos se dirigen a la entrada de la cocina donde está él parado sonriendo. - Pedro me pidió una cerveza, ¿puedo sacarla de la heladera? - Que educado y que linda sonrisa. Basta.

- Claro Rodrigo, como si estuvieras en tu casa cielo. - Le responde dulcemente mi madre. Ok, ya me quedó claro que le súper agrada Rodrigo.

- Gracias Miriam. - Él le sonríe y pasa a buscar las cervezas.

Los ojos de Rodrigo se encuentran con los míos y siento mis mejillas calentarse así que apartó la mirada con vergüenza para seguir cortando tomates. ¿Habrá escuchado algo de lo que dijo mi madre?. No vuelvo a mirarlo en lo que busca las cervezas y abandona la cocina.

Es increíble que mi mamá y Nina se hayan dado cuenta que me gusta Rodrigo. Porque sí, me gusta, si bien sentía cosas extrañas por él, descubrí que me gustaba cuando lo evité por días y lo confirmé cuando me lance a sus brazos el día del ataque. No quería admitirlo, ni asumir los sentimientos que tengo por él, pero cada día se me hace más difícil ocultarlo, además de que mis sentimientos crecen más y más. 

Siento que entre nosotros hay una conexión especial y que sus miradas ya no son las de un amigo, pero al mismo tiempo no quiero hacerme ilusiones porque no sé lo que él siente por mí, a lo mejor sólo me ve como una amiga. Y también está el hecho de que no se si estoy lista para entregarme 100% a una relación.

Por suerte mi madre no volvió a tocar el tema de Rodrigo. Para cuando el almuerzo estuvo listo nos sentamos en la mesa del jardín y Rodrigo se sienta a mi lado, me mira y me sonríe normal pero no puedo mirarlo, me quema la duda de si nos escuchó en la cocina o no... o peor aún, que él también haya notado que me gusta.

Por la tarde vamos a pasear por el pueblo y le mostramos los principales lugares a Nina y Rodrigo. Como la escuela a la que fuimos, la única escuela del pueblo, el parque donde sabe estar la feria los fines de semana y en verano montan una enorme feria con juegos y puestos de comida.

Además Fede les cuenta algunas historias vividas en cada sitio, mientras yo aportaba poco y nada. En cambio, aprovecho de sacar unas cuantas fotos y con esa excusa me mantengo un poquito alejada de Rodrigo, lo que me cuesta, pero de sólo pensar que se me puede notar que me gusta me da vergüenza.

- Y este es el lago. - Dice Fede que tiene a Nina tomada de la mano, son tan lindos.

- ¿Solían venir aquí seguido? - Pregunta Rodrigo curioso.