Descubriendo el verdadero amor (Terminada)

Cap 31 (2/2) - MI PREMIO

RODRIGO

Ser cuidado por mi esposa es hermoso, maravilloso y me fascina. Amo la forma tan tierna de regañarme, el alucinante sexo en la ducha, me quedé babeando al verla desnuda frente a mí y mi entrepierna no tardo en responder. Fue toda una sorpresa pero una sorpresa alucinante.

Mi esposa es perfecta, hermosa y muy sexy. Soy muy afortunado de tenerla.

Extrañaba tanto su cuerpo, su calor, su olor, sus gemidos, sus pechos y estar dentro de ella. Llevaba tanto sin hacerle el amor y estaba ardiendo de deseo que fue explosivo cuando llegué al orgasmo. Amo tanto a mi Julia.

Amo que me consienta cocinado mi comida favorita y haciéndome mimos hasta que me duerma. Me quedé dormido sobre su pecho disfrutando de sus caricias en mi cabello y espalda, embriagándome de su olor y su calor. No puedo explicar lo relajado, tranquilo y feliz que me sentía en los brazos de mi mujer.

Juro que con cada detalle, con cada beso, con cada caricia, con cada risa, con cada palabra, con cada abrazo, me enamoro más y más de ella.

No sé cuánto dormí, pero se sintió muy bien descansar. Aunque lo más hermoso fue cuando mi esposa e hijo me despertaron, he extrañado tanto a mi hijo, que estoy feliz de tenerlo a mi lado, en mis brazos, contándome lo que hizo con su abuela Claudia. Amo verlo emocionado y feliz. Sus ojitos negros brillaron al contarme que con mamá hicieron galletas. Me muero de amor por mis dos amores. Le propongo que merendemos juntos después de que me cambie de ropa, puede que haya tenido un sueño húmedo con mi mujer y necesite cambiarme.

Nuestro hijo se va a esperarnos a la sala y nos deja solos, no me resisto y arrastro a mi esposa debajo de la manta y la beso duro. Mi cuerpo se calienta y mi entrepierna se termina de endurecer al sentir el cuerpo de mi mujer pegado al mío. La deseo tanto y muero por hacerle el amor de nuevo, pero nuestro hijo nos espera. Sin embargo mi Julia me sorprende una vez más al masturbarme con su suave mano. Me corro rápido disfrutando de las atenciones de mi esposa, es una mujer increíble.

Ella despierta en mi un deseo voraz y le pido con urgencia tocarla, me muero por tocarla, llevo mi mano a su intimidad pasando mis dedos sobre la tela del jeans y noto la leve humedad que ha traspasado. Me vuelvo loco pero ella me detiene con la promesa de que más tarde voy a poder hacer más que tocarla. Quiero que sea de noche.

Después de que me cambio de ropa nos reunimos en la sala con Mateo que mira sus dibujito favoritos mientras nosotros preparamos la merienda. Merendamos en familia comiendo las riquísimas galletas que han hecho mi mujer y mi hijo, la verdad me comí unas cuantas, me desperté con mucha hambre de mi esposa y de comida, pero por ahora sólo podía saciar mi hambre de comida, más tarde saciaría mi hambre por mi mujer.

Mateo nos cuenta su día en el jardín y lo miramos embobados, estamos tan enamorados de nuestro bello hijo.

Mientras ayudo a mi esposa a acomodar todo en la cocina, me dice que Mónica llamó a casa para saber cómo estaba y para avisarme que mañana a las 02 de la tarde debo ir a la Corte con el señor Green y poner fin a su divorcio. Sabía que eso podía pasar por lo que tengo todo listo de antemano. Julia se acerca a mí y pone sus manos en mis hombros y llevo las mías a su cintura, mientras sus ojitos marrones me miran preocupados.

- Por favor dime que no es necesario que trabajes hoy. Sé que es importante y que mañana tienes que ir a la Corte pero... - Está preocupada por mí, la amo tanto.

- Eh amor, tranquila. No hace falta que trabaje hoy, tengo todo preparado de antes. Además mi esposa me ha prohibido trabajar hoy y estoy bajo su cuidado, así que tengo hacerle caso. Tengo que ser un niño bueno porque quiero mi premio. - Acerco su cuerpo más a mi cuerpo.