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El sábado llegó, Samuel no pudo dormir mucho así que se levantó, se duchó y desayunó mientras veía una película para guardar un poco la calma.

Cuando terminó la película se dispuso a lavar los trastes utilizados anteriormente mientras desayunaba. 

Al salir de la cocina se topo cara a cara con su gata, la cual parecía notar que algo le pasaba.

-¿Qué pasa Kira?, ¿quieres mimos?- Pregunto agachándose para acariciarla.

Pasó bastante tiempo jugando y dándole amor a su gata, ya que esta siempre había sido un gran soporte para él y aunque Kira no entendiera a su dueño Samuel siempre se desahogaba contándole sus problemas y preocupaciones.

Luego de un largo rato con la pequeña Kira se armó de valor y miró la hora...5:30, tendría que salir de casa a las 6:00 si es que quería llegar a tiempo a la casa de sus padres. Rápidamente se paró, se puso zapatos, se arregló la camisa y ordeno las pocas cosas que tenía pensado llevar como llaves, suéter, su celular, etc. 

Mientras seguía vuelto loco su móvil sonó, evidenciando la llegada de un mensaje al parecer de un amigo, en cuanto Samuel vio el contenido del mensaje sonrió y se calmó un poco. Ese mensaje le alegraría todo el trayecto que le esperaba. 

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Guardó el móvil, se despidió de Kira, cerró la puerta de la entrada a su casa, se montó en el coche y arrancó sin ninguna duda

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Guardó el móvil, se despidió de Kira, cerró la puerta de la entrada a su casa, se montó en el coche y arrancó sin ninguna duda. Mientras manejaba varios pensamientos venían a su mente, ese día lo tenía más que claro, se estaba volviendo a enamorar, y no sólo eso, estaba pensando en volver a entablar una relación romántica con alguien. Tenía mucho miedo del resultado que podría tener esta, pero también por primera vez desde que termino con Guillermo quería atreverse, quería intentarlo con alguien más, así que daría todo lo que estuviera en sus manos para enfrentar a su familia y anular ese contrato. 

Tardo poco en llegar, pero cuando estaba fuera de la casa de sus padres sintió muchas nauseas y escalofríos. Se estacionó literalmente en frente de su antiguo hogar, tomo sus cosas, sacó todo su aire y decidió bajar.

Justo antes de animarse a tocar la puerta esta fue abierta, dejando ver a una adolescente de cabello largo y negro como el de Samuel, con unos hermosos ojos azules, era Mónica, en verdad había crecido muchísimo desde la última vez que Sam la vio. 

La voz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora