La voz de mi vida

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Luego de saludarse y presentarse emprendieron camino hacia el restaurante mencionado, que a recomendación de Luzu era muy bueno. 

Pasaron bastante tiempo en ese restaurante, pudieron comprobar la palabrea de Luzu diciendo que la comida era espectacular. Hablaron, contaron anécdotas, contaron chistes malos (especialidad de Fargan y Sam), se conocieron más, en pocas palabras se la estaban pasando de maravilla. 

Durante la comida Mangel y Sam se habían acercado bastante y se caían especialmente bien. Sus primeras interacciones, al menos de parte de Mangel hacia Sam, fueron parecidas a un interrogatorio, ya que , aunque todos hablaran maravillas de él su instinto de querer proteger a su mejor amigo pudo aún más. Esto Sam lo entendió, él supuso que su amigo había vivido junto con Rubén todas sus decepciones amorosas, era normal que quisiera cuidarlo de esa manera. 

Luego de platicar por media hora con Samuel, Mangel se dio cuenta que era una magnífica persona, era 100% el tipo de su mejor amigo. Gracias a ese interrogatorio ambos hablaron mucho en la comida por lo que al salir del restaurante se habían hecho bastante cercanos, esto alegraba mucho a Rubén, ya que, aunque sabía que a Mangel le caería bien Sam y viceversa nunca creyó que se agradarían tanto.

Al salir del restaurante todos querían quedarse más tiempo juntos, por lo que optaron por ir a caminar por el centro de Andorra y comer un helado o algún dulce por ahí. 

Al llegar al centro vieron un gran parque y decidieron entrar para sentarse y seguir hablando, Rubén quería sentar junto con Sam pero este se sentó al lado de Mangel sin darse cuenta pues estaban charlando desde antes, en ese momento entendió que debía dejar que se conocieran, así que le propuso a la pareja maravilla, siendo estos Alex y Fargan, que lo acompañaran por unos helados para todos, ambos aceptaron de inmediato y se encaminaron hacia allí. 

Cuando Sam se dio cuenta de que Rubén no estaba cerca Luzu le dijo que habían ido por helados,  Samuel se despidió cordialmente de Mangel y fue tras él para ayudarlo también, los vio ya en el carrito de helados, por lo que decidió sorprender un poco a Rubén, pues aún no tenía ninguno en sus manos. 

Mientras se acercaba el único en notar su presencia fue Alex, Sam le hizo una señal para que guardara silencio y este le dedicó una sonrisa e hizo como si no lo hubiera visto. 

Sam se acercó lentamente hasta llegar hasta detrás de Rubén para empezar a hablar. 

-Hola guapo- Dijo mientras lo abrazaba por detrás. 

-Ostia- Gritaron Rubén y Fargan pues el mayor tampoco lo había visto.

-De Luque que sorpresa, ¿Ya acabaste de conocer a fondo a Mangel?- Dijo en tono de broma con un toque de molestia. 

-Uis...¿estás celoso Rub?, que es tu mejor amigo- Dijo riendo  

-Ya quisieras, anda, ayúdame con los helados- Dijo Rubén soltándose del abrazo en le que estaba para esta vez abrazarlo él por los hombros. 

Cada uno se repartió lo helados para que fueran cómodos y emprendieron camino con sus amigos, todos iban platicando entre todos cuando una voz femenina se escuchó llamando a uno de los presentes. 

-¿Alejandro?- Se escuchó. 

Al oír su nombre completo Alex pudo distinguir de inmediato quien era, volteó apresurado y sonrió de inmediato. 

-¿Aroia?- Dijo.

La chica le sonrió. 

En cuanto la vio corrió a abrazarla sin esperar. 

Sam miró a Fargan buscando respuestas pero Fargan solo levantó los hombros sin saber quién era, mientras que Rubén estaba sorprendido por verla justo en ese lugar.