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El tiempo fue pasando poco a poco. Era verdad que sus amigos les habían dicho acerca de lo bien que se sentían los primeros meses viviendo en pareja, pero nunca les dijeron que serían los más felices de toda su vida.

Rubén no se había sentido tan feliz y tranquilo en mucho tiempo. Se sentía inspirado, amado y con ganas de crear y trabajar.

Igualmente, Sam, se sentía de maravilla, podía sentir la libertad, aquella que tanto anheló, la paz y el amor que emanaba desde dentro de su hogar. No había nada mejor que ir a trabajar sabiendo que al regresar, Rubén lo estaría esperando.

En general, ambos estaban estúpidamente felices. Ya llevaban más de seis meses viviendo juntos de forma "real", los seis meses más bellos de su vida. 

Una tarde ambos se encontraban jugando un juego de terror en la oficina de Sam. El pelinegro había perdido una apuesta, ya que, a él en realidad, los juegos de terror, le causaban demasiado...terror. La apuesta consistía en jugar hasta el primer punto de guardado, pero al final Rubén se ofreció a jugarlo con él si quería seguirlo, así que decidieron jugar una muerte y una muerte, lo cual terminó siendo muy divertido.

-Mitt liv, ahí está la llave- Dijo Rubén señalando la pantalla.

- ¿Dónde? -

-Ahí, del otro lado del pasillo-

-Del otro lado...- Dijo buscando la llave con su vista- Ostras, pero ahí está el puto loco... ¿en serio tengo que ir para allá? -

-Sí, ese es el chiste cari-

-Me cago en el creador del juego- Dijo avanzando de forma sigilosa.

De un momento a otro la música cambió a una de tensión.

- ¡Correeee! - Gritó Rubén.

- ¡La puta madreeeeeee! - Gritó Sam mientras huía del hombre que le perseguía.

-Escóndete...ahí, en la esquina de ahí- Dijo Rubén volviendo a señalar la pantalla.

- ¡No puedo tíoooooo ¡-

-Si puedes mitt liv, confianza-

Sam respiró y suspiró, logró llegar al punto sugerido por su pareja, pero...

- ¡Me viooooooo, su puta madreeeee!. Gritó mientras hacia lo posible por esquivar los golpes que el hombre le soltaba, algo totalmente inútil. Rápidamente al darse cuenta que el contrincante lo iba a matar apartó sus manos del mando y oculto su rostro en el pecho de Rubén, pues sabía que cuando le matara saltaría un susto, lo cual no tardó mucho en suceder.

-Ya mitt liv, te mató y se fue, ya pasó el susto- Dijo sobando la espalda de Sam.

-Puto juego de mierda- Dijo, haciendo reír al castaño.

-No mientas cari, es un buen juego-

-Ya, eso hace que me enoje un poco más...en fin, tu turno- Comentó para después levantarse para intercambiar lugares.

-Vale- Dijo Rubén, poniéndose igualmente de pie. Antes de que el pelinegro pudiera sentarse en el lugar anteriormente ocupado por su pareja, éste le robó un veloz beso.

-Atrevido- Mencionó Sam provocando una gran carcajada en el castaño- Pero si vas a besarme cari, hazlo bien- Dijo para después proceder a acercarse de forma provocadora. Rubén no lo pensó dos veces y le plantó un castro beso, para después comenzar a jugar.

Sin mucho esfuerzo el mirada esmeralda estaba a punto de pasar la parte del juego que tanto le había costado a Sam.

-Oye mitt liv, ¿usas hacks y no me lo habías dicho? - Preguntó Sam.

La voz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora