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Salió de su casa ,cerrando la puerta detrás de él y subiéndose a su auto, necesitaba ser rápido si quería que todas las cosas salieran tal como las tenía en la cabeza. 

Rápidamente pasó hacia la casa donde se habían mudado sus hermanos que estaba extremadamente cerca, primeramente para a verificar que los chicos estuvieran bien, pues se habían mudado hace nada y también para recoger algo que le había encargado a Mónica. 

Al llegar a la puerta de la casa tocó y Mónica le abrió, lo invitó a pasar, hablaron por un rato muy pequeño y después la chica le dio un tiramisú que ella había hecho, ya que era muy buena en la cocina. 

-No seré buena hija, pero si buena cocinera- Dijo bromeando. 

-No mientras, eres una excelente hija, hermana, cocinera y persona- Respondió Sam, Mónica lo calló antes de que pudiera seguir hablando. 

-Bueno, basta Salmón que me pongo sentimental- Dijo riendo. 

-Jajaja, perdóname, en fin, muchas gracias por esto- Dijo dirigiéndose a la salida- Me despides de Aslan-

-Sip, está dormido, yo le digo- Dijo acompañándolo fuera para que se subiera al coche- Suerte hoy Sam- Le dijo mientras el chico prendía el automóvil.

-Muchas gracias Mini, adiós- 

Rápidamente condujo hasta casa de Fargan deseando que estuviera ahí, ya que le había encargado un platillo importante.

Llegó, tocó la puerta y esperó. No pasó mucho tiempo hasta que un pequeño Alex en boxers abriera, Sam se sorprendió por este hecho, y no por encontrar al chico en casa de su amigo, sino por que este siempre era muy pudoroso, jamás pensó verlo solo en boxers. 

Después recodó que era bastante temprano, seguramente el chico fue directamente a abrir la puerta sin antes reflexionar lo que tenía puesto. 

-¿Diga?- Preguntó Alex 

-Hola Alex, ¿está Fargan?- Preguntó Sam. 

-Ah, hola Sam, si está, ¿Lo llamo?- 

-Si eres tan amable- Contestó. 

-Pasa, pasa- Dijo apartándose un poco de la puerta para después cerrarla- Voy a avisarle a Fargan, regreso ahora- Dijo yendo hacia la habitación del chico. 

Sam se sentó en el sofá de la casa, esperando a ambos chicos.

Después de unos minutos ambos salieron del cuarto, el dueño de la casa dirigiéndose a Sam y el mas pequeño a la cocina. 

-Primero que nada, buenos días- Dijo Fargan saludándolo-  Cuando dijiste que pasarías por la carne de hamburguesa esperaba una hora más humana-  

-Bueno, tampoco son las 7 de la mañana- Dijo riendo. 

-Ya, poco te faltó- 

En ese momento apareció Alex con dos vasos de agua, extendiéndole uno de ellos a Sam, el cual acepto.

-¿Tu quieres uno Farfancito?- Preguntó Alex enrollando sus brazos por las caderas de su pareja. 

-Si, ahora me sirvo pequeño que tengo que ir a la cocina para darle la carne a Sam- Dijo dándole un pequeño beso en la mejilla antes de encaminarse hacia la cocina. 

-Me alegra que todo se haya arreglado entre ustedes- Dijo Sam dirigiéndose a Alex el cual sonrió por el comentario.

-Gracias...en verdad no quería que acabáramos mal, más bien, no quería acabar, es una persona maravillosa- Dijo Alex volteando a la cocina. 

La voz de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora