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CAPITULO SIN EDITAR: lo que quiere decir que probablemente haya mala redacción y requiera de más esfuerzo para entender

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CAPITULO SIN EDITAR: lo que quiere decir que probablemente haya mala redacción y requiera de más esfuerzo para entender. 😚💕 Cómo me hackearon no sé si es el indicado para publicar, todo me lo dejaron revuelto. Lo estoy arreglando. Solo espero que vaya bien cronológicamente.

Alec:

Magnus es mi debilidad, su hermosa sonrisa, sus brillantes ojos, esa adorable personalidad que lo hace tan especial: todo de él, me vuelve vulnerable y valiente a su vez. Por ende, no fue sorpresa cuando sin importar los nervios que me consumían, me acerque a preguntarle que sucedía, al verlo tan sumergido en sus propios pensamientos con una expresión de completo dolor y desconcierto.

La preocupación y el interés por saber que pasaba fueron más grandes, que cualquier otra emoción de inseguridad. De ese modo me aproxime, y justo en este instante estábamos teniendo un agradable momento.

Estuvo en mi departamento, me conto como fue su aceptación al declararse bisexual y escucho atentamente lo que decía yo. Más mi cortedad seguía y decir que había conseguido calmarme, es totalmente mentira, los nervios siguen en cada partícula de mi ser, aún cuando el ambiente es de lo más cómodo y agradable.

Hemos platicado de muchas cosas, puedo decir orgullosamente que cada segundo que pasa lo conozco más y eso me tiene más que encantado. Magnus Bane, lo tiene todo y parece que no se cansa de enamorarme.

Todavía no sé cómo he sido capaz de llegar hasta este punto: en donde él está sentado enfrente de mí, disgustando de su comida en este pequeño, elegante y sumamente hogareño restaurante, simulando un perfecto encuentro amoroso, sin caer desmayado por tantas sensaciones agradables.

Sus carcajadas llenan el lugar, algunas miradas curiosas se posan en él y sus dueños ríen de igual manera, siendo contagiados por lo llamativo que es.

Charlamos de cosas comunes, hace una petición extraña que aceptó de inmediato, hablamos de Jace y atesoro su consejo, todo con enorme sonrisa que no he sido capaz de ocultar.
Terminando de comer, él paga la cuenta sin dejarme protestar, junta la basura dejando la mesa casi impecable, deja propina al mesero que nos atendió y da un provecho a todos los que aún se encuentran comiendo.

De esa forma es como poco a poco afirmo esa teoría que he tenido desde siempre: Magnus le sonríe a la gente, es amable y siempre está dispuesto a dar sin recibir, es todo lo contrario a mí. Somos con el día y la noche, el negro y dorado. Y eso, lo único que consigue es que me sienta más atraído.

Salimos del restaurante y nos encaminamos nuevamente a mi departamento, sin dejar que haya silencios incómodos.

-¿Puedo compartir estas imágenes? -cuestiona, señalando la pantalla de su celular, en donde se ven dos fotos que proyectan un poco lo que ha sido nuestro día. Parece que son planeadas, más no sé en que minuto del día las tomo.

-Por supuesto, no tengo problema.
Seguimos caminando con tranquilidad, observando como el sol se iba ocultando detrás de las nubes y las luces de los edificios empezaban alumbrar.

why ¡! malec auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora