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Alexander:

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Alexander:

-¿Qué sucede? ¿Hice algo malo? ¿Te lastimé? -pregunte lleno de preocupación, tomando su rostro con mis manos, haciendo que me mirará.

Negó. -No has hecho nada. Es simplemente qué soy un asco de persona -murmura, abrazándose a sí mismo.

-Eso no es verdad. ¿Por qué lo dices?

-Porqué realmente me gusta estar contigo.

-¿Y eso hace que pienses que eres un asco de persona? -cuestioné, sintiendo un nudo en mi garganta. -¿Acaso provocó eso?

-No, no. Tú eres increíble, lleno de cosas bonitas. Habló por mí. No quiero ilusionarte, más tampoco deseo perderme de lo que sea que vaya a pasar entre nosotros y eso hace que me sienta mal, porqué no debería desear tal cosa, no cuando puede que eso lastime a alguien.

-Una persona me dijo que a lo largo de la vida vamos a lastimar a muchas personas con intención o sin intención, ¿qué importa una más?

-Esa persona solo quería llevarte la contraria.

-Quizá, pero sus palabras me ayudaron a pensar. He pasado mí vida intentando no lastimar a nadie, que no me dí cuenta que al único que dañaba era a mí. Me privé de muchas cosas, con tal de que alguien no se sintiera mal con mi amistad. No quiero que pases por eso. Sé un poco más egoísta.

Magnus guarda silencio por unos instantes, procesando lo que acabo de decir. Abre y cierra la boca, tratando de seguir la conversación, pero falla y se queda callado por más tiempo.

Yo no digo nada más, dándole la oportunidad de que hable primero, cuando lo vea posible. Tampoco presiono. Él sigue en mi regazo, pero parece que hemos olvidado esa parte.

-.. algo me dice que no queremos lastimar a la misma persona.. -dice por fin, causando sorpresa en mí. -Uní cada cosa que mencionaste hoy y puedo asegurar que ambos hablamos de mi hermano.

-¿Tú sabes lo de Jace?

Se encoge de hombros. -Depende. ¿Qué es lo de Jace?

-Bueno, hace unos años, cuando aún éramos niños, nos hicimos una promesa estúpida. Un día llegó y me hizo una pregunta, que en ese momento no respondí adecuadamente porqué la palabra que decía era aún desconocida para mí. De esa manera me ví aceptando algo que no entendía. Con el tiempo fue tomando sentido y pensé que estaba bien, hasta que apareciste.

-¿Cuál es esa estúpida promesa? -limpia sus lágrimas con la manga de su suéter, tal como niño pequeño, me observa con esmero.

-No involucrarse con familiares. Tiene prohibido salir con algún Lightwood, tanto como yo, con un Bane.

-Yo soy un Bane.

-Ahí está el problema. E intentado hacer que olvide esa promesa pero tú hermano de verdad es necio. Por eso tardé mucho en confesar mis sentimientos. Jace es mi mejor amigo y no quiero causarle ningún mal.

why ¡! malec auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora