Déjame Entrar ||VOL.1||Christopher Vélez||TERMINADA

Capítulo 5. Compañera

Agatha solo ve como él camina lejos y a paso lento, se dirige hacia la salida.
Tal vez mañana podría hablarle, entender el porque la gente se aleja de él o porque él los aleja

—¡Bajate de tu nube! ¡Vamos, Agatha! —Grita Vivian tras ella, Agatha sale de sus pensamientos, siente como Vivian se engancha a su brazo y la guía por el camino a casa...

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—¿Qué te pareció la universidad, mi amor? —Me pregunta papá mientras me da una sonrisa y dirige su tenedor a la boca

—Bien, es una escuela enorme y me agradan las clases —Dije con una sonrisa, papá solo me mira feliz, mamá también sonríe mientras comemos juntos en familia...

Christopher deja caer el cigarrillo al suelo y lo pisa con su bota para apagarlo, Richard lo mira y toma de su cerveza

—¿Estás listo? —Dijo mirándolo, Christopher asintió antes de quitarse la chaqueta, quedándose en camiseta olímpica blanca
Deja la chaqueta y se acerca a Richard para que le coloque las vendas, él le envuelve los nudillos mientras Christopher analiza lo que pasará

Christopher observa a su oponente, Johann se pavoneaba ante todos, creyéndose el rey
Son 30 personas aproximadamente que viene a ver como dos tipos se agarran a golpes hasta que uno quedé en el suelo suplicando piedad

—Ambos al centro —Dijo Tayler hacia ambos, Christopher y Johann se acercan al centro de la pista y chocan sus puños antes de escuchar aquella campana que indica el inicio del primer round

El primero en movimiento, Johann soltó el primer golpe, pero Christopher fue ágil y pudo esquivarlo, pero el segundo no tanto, que terminó en su barbilla, haciéndole sangrar el labio

Ese golpe, fue el que detonó que su enojo saliera y se lanzará cual bestia sobre Johann, el enojo y la rabia lo tenía bajo su control, estaba dominado por una fuerza mayor espeluznante, nadie entendía que era lo que hacía que fuera así...

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—Toma, campeón —Dijo Tayler entregándole el dinero que había ganado, Christopher lo tomo y salió de la oficina de Tayler

Christopher mataba el tiempo en aquellas peleas callejeras, dónde en una bodega abandonada, peleaba contra otras personas igual a él

¿Por que lo hacía?

Él no lo necesitaba, vivía perfectamente, despreocupado por el dinero, pero sentía que debía hacerlo, se sentía merecedor de todo el dolor
Odiaba su vida, suplicaba por simplemente morir, pero no debía, aún tenía de quién cuidar...

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Al día siguiente, Christopher llega a la universidad, con su mochila en la hombro, se dirige a su salón de primera hora
Odiaba tener que soportar a sus compañeros, siempre fue inteligente y lograba poner atención en clases, no quería seguir estudiando, pero se lo había prometido, debía terminar la universidad y tratar de sobrevivir ahí

El salón se comienza a llenar de personas y por último, entra la profesora para comenzar a impartir clases
Su mente solo se concentraba en la profesora, desde hacia tiempo que había aprendido a ignorar a sus compañeros, sabía perfectamente todo lo que decían de él, pero le daba totalmente igual, había hecho un buen trabajo adiestrando a sus compañeros, que por nada del mundo, cruzaban palabra o siquiera mirada con él

Pero había llegado una excepción...

—Bueno jóvenes, bienvenidos a su clase —Dice el profe David acomodando sus cosas sobre el escritorio y sacando uno de sus tantos plumones de pizarrón —Bueno, únanse a su equipo de trabajo y comencemos con sus actividades —Dijo el profesor David con una sonrisa

—Suerte, si pasa algo, me avisas y le decimos al profesor —Le dice menciona Vivian y Agatha  ella solo niega con gracia

—Tranquila, no seas exagerada, estaré bien —Dijo Agatha antes de tomar su mochila y caminar hacia la parte donde se encontraba Christopher, cuando llegó a su lado, lo miro directamente, pero Christopher ni siquiera alzo su mirada, se mantenía con la mirada fija en su cuaderno —Hola, soy Agatha Allen, tu compañera—Dijo ella amablemente

—Aja —Dijo él mientras escribía lo de su libro

—¿Dónde puedo sentarme para trabajar? —Dijo ella

—No lo sé y tampoco me importa —Dijo él entre dientes, Agtha solo soltó un suspiro y tomó una de las mesitas que estaba justo a su lado y la acerco más a él, pero cuando Christopher lo noto, detuvo la silla

—Tenemos que trabajar juntos, somos equipo —Dijo ella y Christopher solo rodó los ojos, pero nuevamente, no dijo absolutamente nada

Ella se sentó en la silla y comenzó a trabajar, pero parecía que era cada quien por su cuenta, Christopher ni siquiera había preguntado nada, simplemente concentrado en lo suyo
Pero ella le frustraba el hecho de no estar conversando, de que no se dirigían ni la mirada

—¿Te llamas Christopher, cierto?...